El descubrimiento de las neuronas conceptuales, capaces de abstraer y de olvidarse de los detalles, tuvo una gran repercusión en los medios de comunicación: se las conoció, en principio, como “neuronas Jennifer Aniston” (dado que había un grupo, en un paciente epiléptico, que respondía únicamente a las fotos de la actriz, sin importar si estuviera de frente o de perfil, acostada o sentada, maquillada o recién levantada). Sin embargo, en general, la prensa (más preocupada por un título atractivo que por el contenido) no entendió bien la enorme relevancia que tenía este descubrimiento para el campo de la neurociencia.

El mundo científico, por el contrario, sí lo valoró en su justa medida: salió elegido uno de los 100 descubrimientos más importantes del año (en 2005) por la revista Discover y un trabajo posterior en la misma línea fue catalogado como Breaking news in Neuroscience por la Federación de Sociedades de Neurociencia de Europa.

Rodrigo Quian Quiroga, científico argentino que trabaja en Inglaterra, es el principal artífice de este hallazgo. Recibido de físico en la Universidad de Buenos Aires, se especializó en neurofisiología, e hizo un doctorado en matemática aplicada en Luebeck, Alemania. Actualmente (y desde hace 6 años) se desempeña como profesor y jefe de Bioingeniería en la Universidad de Leicester y está preparando un libro sobre los temas que se tocaron en este diálogo.