DIALOGOS › POR QUE JOHN BERGER
Una indagación al ser humano
Por J. C.
Su mirada es limpia, azulísima; su pelo está ahora más alborotado, y más blanco, que nunca. Sobre la mesa de la casa donde nos recibe con su amiga Nella Bielsky, escritora de origen ruso que convierte el atardecer en una jornada extremadamente cálida, hay platos, vino, pan, quesos de varias procedencias. Su último libro, Aquí nos vemos (Alfaguara), es un relato en el que convoca desde la madre y el padre hasta otras ausencias, como la amistad, el amor, Europa, el entusiasmo, la Guerra Civil Española, Borges... Sus amigos lo recuerdan siempre como el motorista que cruza el continente; el exiliado que dejó Inglaterra para asentarse en los Alpes franceses, lejos del ruido, donde se hizo primero pintor y luego periodista, redactor de George Orwell, compañero de Henry Moore. Es un poeta que no renuncia jamás a la poesía (ni a la pintura).
La mayor parte de sus libros (G, Puerca tierra, A la boda...) es una indagación sobre el corazón de Europa, su presente y su destino, una averiguación de lo que le pasa al ser humano en tiempos de miseria moral y miseria a secas. No escribe de la Europa institucional y rancia sino de la de los ciudadanos que viven su historia, la de los indigentes y emigrantes, la de quienes se oponen a las guerras y la de quienes las han sufrido. Para él, uno de los europeos que simbolizan el pasado es Federico García Lorca, y entre los sufrientes del mundo cuenta a César Vallejo. Habla como si estuviera esculpiendo una piedra: se agarra la cabeza, la sostiene con sus manos poderosas. Su silencio es también una palabra, acaso la más misteriosa; fuma y bebe café hasta que se apaga el grabador, y entonces bebe vino y brinda por la vida. El 26 de noviembre cumplió 80 años. No los aparenta.