DISCOS › “BERNI. 100 AÑOS. JUANITO LAGUNA”
Historias de ayer y de hoy, para mirar y escuchar
Canciones compuestas o interpretadas por Mercedes Sosa, Piazzolla-Ferrer, Falú-Dávalos y el Dúo Salteño, entre otros, componen este homenaje de la música popular al célebre personaje creado por el pintor.
Por Karina Micheletto
Se cumplen cien años del nacimiento de Antonio Berni, y los homenajes se multiplican. He aquí una buena forma de celebración, además de las exposiciones de sus pinturas: un disco que reúne distintas obras de la música argentina, la mayoría poco conocidas, que siguieron imaginando otros perfiles de Juanito Laguna, el personaje prototípico al que dio vida Berni. El disco, con recopilación y dirección artística de César Isella, titulado, sin más, Berni. 100 años. Juanito Laguna, incluye un tango de Piazzolla y Ferrer, otro de la pianista Hilda Herrera, una milonga de José Ríos y un par de rescates especialmente sustanciosos: un bello tema poco frecuentado del repertorio de Falú-Dávalos, Juanito Laguna se salva de la inundación (Liliana Herrero y Juan Falú lo incluyeron en el disco en que versionan al dúo), la zamba Navidad de Juanito Laguna, de Leguizamón-Castilla, interpretada por el Dúo Salteño, y la voz de Mercedes Sosa en la canción El mundo prometido de Juanito Laguna, de Armando Tejada Gómez.
No es casual que el personaje de Juanito Laguna haya inspirado a tantos compositores y poetas. El mismo Berni lo describe con precisión: “Juanito Laguna es un chico pobre, pero no un pobre chico. No es un vencido por las circunstancias, sino un ser lleno de vida y esperanzas, que supera su miseria circunstancial porque intuye vivir en un mundo cargado de porvenir”. Y eso es lo que aparece explicitado cuando Juanito Laguna remonta un barrilete, cuando juega con su trompo o duerme en el basural. Hubo otro personaje prototípico en el universo de Berni, Ramona Montiel, la muchacha pobre del interior que se enfrenta a la gran ciudad. Pero sin dudas fue Juanito Laguna el que quedó en la memoria colectiva como hijo admirado de Berni.
Hay otra razón que explica la proliferación de voces alrededor de la obra de Berni, tomándola como punto de partida para otras creaciones, en este caso musicales. Igual que algunos de los que aquí le cantan a su hijo dilecto, el pintor siempre tuvo clara la relación necesaria entre arte y política y el rol social del artista. En su obra eligió privilegiar lo cotidiano y orientar su búsqueda hacia la defensa de los más humildes, en una línea que ya habían iniciado los muralistas mexicanos. Así terminó creando el llamado “nuevo realismo”, junto a artistas como Castagnino y Policastro. “Yo no concibo el arte sino como acción y testimonio. Y eso excluye toda tesitura meramente esteticista, desglosada de la realidad cuya expresión lo hace necesario. Sin esto, el arte pierde su sentido, su objetivo original en cualquier otra época de su historia”, definía el pintor.
El disco que homenajea a Juanito y a su padre está atravesado por el tango (Juanito Laguna ayuda a su madre, de Piazzolla-Ferrer, interpretado por Marcelo San Juan; Juanito Laguna se baña en el río, de Hilda Herrera) o por la bossa nova (Antonio Berni, de César Isella), pero sobre todo por el folklore con cierto aire latinoamericanista, con mucho de despliegue coral. Hay versiones casi desconocidas, como la zamba Navidad de Juanito Laguna, del Dúo Salteño, una formación con más prestigio que difusión, que ahora amenaza con volver a reunirse. Y hay una yapa interesante: la voz del mismo Berni, explicando el nacimiento de su criatura: “Podría decirse que Juanito Laguna, el personaje, es un poco mi personalidad, soy un poco yo”, advierte desde la grabación. “Juanito Laguna surge en el Gran Buenos Aires, cuando yo comencé a hacer una serie de apuntes en los barrios pobres. Al ver ese conjunto de chicos y sentir que todavía no lo había personalizado lo suficiente, se me ocurrió ponerle un nombre. Si bien es un arquetipo del Gran Buenos Aires, podría ser un arquetipo de todos los changos de las ciudades de Latinoamérica”, explica el pintor. Inmediatamente después de la voz de Berni surge la de Mercedes Sosa cantando El mundo prometido de Juanito Laguna, una creación de César Isella y Armando Tejada Gómez. Juanito Laguna sigue asomándose entre los cartones y arpilleras con los que Berni hacía sus collages. Hoy podría ser un chico cartonero, de esos que por las noches caminan las calles de Buenos Aires, y que ya se piensan como parte del paisaje. Los temas de este disco le cantan a ese chico cartonero, y uno tiende a preguntarse cuánto de esa inocencia infantil que describe esta poesía habrá podido guardar este Juanito actual.