ECONOMíA
Fuerte oposición al ingreso de capital privado a la banca pública
Una encuesta telefónica reveló que el 75 por ciento de los entrevistados prefiere que los bancos Nación y Provincia sigan en manos estatales. Según los directivos de la banca pública, ésta recuperó credibilidad frente a las entidades extranjeras.
La presión del FMI para que la banca pública se abra al capital privado choca con la opinión mayoritaria de la población. Una encuesta de la consultora Rouvier & Asociados demostró la masiva preferencia por que los bancos Nación y Provincia de Buenos Aires sigan bajo administración estatal. El testeo se produjo luego de que Roberto Lavagna enviara cartas a esas entidades y al Banco Ciudad para sugerirles que apliquen un plan de ajuste, con cierre de sucursales y despidos, y al mismo tiempo empiecen a transitar el camino hacia la privatización. Desde que Roque Fernández estaba en Economía que se suceden los intentos por forzar la incorporación de socios privados a aquellas entidades. Idea que nunca prosperó, entre otros motivos, por el propio rechazo de los usuarios.
La encuesta de Rouvier se realizó en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense. Fueron entrevistadas 600 personas por vía telefónica. La muestra “es representativa de la población con teléfono según sexo, edad y nivel socioeconómico”, según aclara la propia encuestadora. Su nivel de confiabilidad es del 95,5 por ciento. La consulta buscó determinar el grado de acuerdo y de desacuerdo con que los bancos Nación y Provincia sigan siendo estatales. En el primer caso, el 74,8 por ciento estuvo a favor de la gestión pública, contra un 10,9 por ciento que estuvo en desacuerdo con ello. El resultado fue muy similar en el caso del Provincia, con 73,4 y 13,8 por ciento, respectivamente.
La consultora recordó que el testeo registra antecedentes en octubre de 2001 y en enero, abril y junio de este año. “En todos los casos, con algunas variaciones, las proporciones de acuerdo fueron ampliamente superiores al desacuerdo”, puntualizó.
“Los bancos públicos recuperaron credibilidad porque nunca se van a ir del país, frente a otros que pueden levantar todo e irse en un fin de semana”, apuntó el director del Banco Provincia, Oscar Cuatromo, ante la consulta de Página/12. La crisis del sistema financiero destruyó la esperanza de miles de ahorristas en que las casas matrices de los bancos extranjeros actuaran como prestamistas de última instancia. En lugar de ello, lo que ocurrió fue el retiro del ScotiaBank y del Crédit Agricole, y la negativa de los grandes grupos financieros del exterior a destinar dólares a la Argentina para cumplir con sus clientes.
El directivo del banco bonaerense interpretó, por otra parte, que la presión del FMI para que se fuerce a la banca pública a achicarse responde a que las perspectivas son favorables a ese sector, en desmedro de la banca privada. “La actividad bancaria en los próximos años será fundamentalmente transaccional. Nosotros tenemos ventajas en ese terreno por todos los servicios que ofrecemos y por la extensión de nuestra red. Entonces, lo que hay es un intento por frenar lo que puede ser la expansión de la banca pública”, interpretó Cuatromo. Por otra parte, dijo que “la mala experiencia de las privatizaciones hizo que muchos pasaran a descreer de ellas”. Ricardo Gutiérrez, presidente del mismo banco, había advertido este fin de semana en una entrevista periodística que el FMI no puede decidir qué mercado les pertenece a los bancos públicos, al tiempo que negó la alternativa de abrir el capital de la institución al mercado bursátil.
El presidente del Banco Ciudad, Roberto Feletti, también opinó ayer sobre la situación de la banca en general. “Si Argentina camina a restablecer un sistema financiero basado en la moneda nacional, con necesidades de intermediación y reconstrucción de créditos, no habría razón para que haya un desplome de las sucursales y del empleo bancario”, pronosticó. Sin embargo, dijo, “hay numerosos bancos privados, algunos extranjeros, que están midiendo los costos y la calidad de atención en función de la tasa de retorno a sus patrimonios. Y frente a una caída de la rentabilidad, sobre todo en la posibilidad de financiar al Estado, encaran el retiro” del país, concluyó.