En el medio de versiones sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas, Ricardo Jaime reiteró ayer que el Estado avanzará en la estrategia de subir del 5 al 20 por ciento la participación accionaria en la compañía y atribuyó la voluntad de “argentinizarla” al grupo Marsans, desligándose de tal propuesta.

En declaraciones radiales, el secretario de Transporte recordó que el grupo Marsans aludió a la eventual incorporación de socios argentinos en su comunicación del 18 de abril pasado. En esa nota, el operador hispano dijo que no se oponía a sumar nuevos socios argentinos y que era su intención hacerlo cuando la empresa pudiera salir a la Bolsa. Es decir, por una vía indirecta. Algo complicado no sólo por la situación económico financiera difícil sino porque ni siquiera está clausurado el concurso de acreedores. “Esto muestra claramente la voluntad del grupo de incorporar empresarios argentinos”, sentenció Jaime en alusión a aquel comunicado. Sin embargo, él no es ajeno a la eventual suma de socios argentinos. Por el contrario, esta posibilidad fue analizada en una reunión con algunos de los gremios aeronáuticos que tuvo lugar anteayer en el despacho del funcionario. La cuestión es quién se suma y bajo que términos.

La realidad es que Marsans salió al ruedo con esa nota después de soportar lo que a juicio de la actual conducción de la compañía fue una gran presión de Jaime para que cedan espacio a favor de algún accionista local. Tanto para esto como para que el Estado suba su participación accionaria quince puntos más es necesario que se defina el valor de la compañía, cotización sobre la que las partes no consiguen cerrar un acuerdo. Después, hay que ver cómo se concreta la operación: si poniendo dinero o capitalizando acreencias.

La intención de que el Estado tenga más acciones que las actuales ya fue ratificada por el ministro Julio De Vido a fin del año pasado. Entonces el Estado aseguró que “tomaría la opción” planteada en el Acuerdo de Madrid de aumentar su capital, aunque poco avanzó hasta ahora para efectivizarlo.