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El Producto Bruto Interno (PBI) se desplomó el 14,9 por ciento durante el primer semestre de 2002, mientras que, si se considera sólo el segundo trimestre, la caída acumulada es algo menor, el 13,6 por ciento. En la comparación entre los dos trimestres se observó un leve aumento del 0,9 por ciento. El dato proporcionado por el Indec entusiasmó al ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien lo consideró una señal del cambio de tendencia en la evolución de la actividad.
Con estos resultados, la actividad económica ha mostrado bajas durante quince trimestres consecutivos. En 1999, el PIB bajó el 3,4 por ciento, en 2000 el 0,8, en 2001 el 4,5. La impresionante caída del 14,9 por ciento durante el primer semestre no permite prever un cambio de tendencia para este año.
La descomposición de los componentes de la demanda global mostró una caída en la inversión interna bruta fija del 43 por ciento y una disminución del 0,8 por ciento en la exportación de bienes y servicios. El descenso obedece a la depresión del 38,5 por ciento en las inversiones para la construcción y del 50,9 por ciento en equipos de producción durables.
Los sectores productores de bienes tuvieron durante el segundo trimestre una variación negativa del 13,4 por ciento, determinada principalmente por la menor actividad de la industria manufacturera (16,5 por ciento) y la construcción (41,2). Los servicios, en tanto, se contrajeron del 11,6 por ciento en términos interanuales.
El ministro Roberto Lavagna se aferró al único dato positivo del 0,9 por ciento “intertrimestral”. “Estimamos que debería seguir afirmándose esta tendencia”, afirmó. Sin embargo, también se mostró cauteloso: “Preferimos esperar el tercer trimestre para hablar sobre reactivación. No hay que apresurarse, aunque estamos por encima de las previsiones”, concluyó.