El ministro del Interior, Florencio Randazzo, fustigó ayer a los industriales que en los últimos días criticaron los índices de precios oficiales. “Me parece que los empresarios en la Argentina tienen que tener mayor responsabilidad, porque todos sabemos que el Gobierno no es el único responsable de los incrementos de precios, tema en el cual los empresarios sí tienen una enorme responsabilidad”, recalcó. La crítica a los industriales incluye un reconocimiento implícito del funcionario de que existe un problema con los precios.

El lunes se conocerá el dato oficial de la inflación de julio, que estaría cerca del 0,7 por ciento. Sin embargo, consultoras privadas calcularon un incremento del índice de precios que va de 1,4 a 2 por ciento. Los mayores aumentos se habrían producido en el rubro Alimentos.

Randazzo señaló que los empresarios que ahora critican al Estado por el aumento de precios tuvieron responsabilidad directa en dicha situación. “A los empresarios que quieren acusar al Gobierno del corrimiento de los precios habría que preguntarles cuál es el aumento que ellos pusieron sobre cada uno de los productos que fabrican”, disparó el ministro. “Muchas veces la Argentina tuvo gobiernos que no fueron capaces de sostener instrumentos como el superávit fiscal, una balanza comercial favorable, desendeudamiento y niveles de reservas que permitan darle previsibilidad a la economía”, reflexionó (cual ministro de Economía) Randazzo.

Las críticas de los industriales no pecan de inocencia. Es sabido que la Unión Industrial Argentina se jacta de defender “este modelo económico”. Cuando Juan Carlos Lascurain o Ignacio de Mendiguren, presidente y vice de la UIA, hablan del apoyo a “este modelo”, quieren dar cuenta de su respaldo a un tipo de cambio más alto que el actual. Su argumento es que un dólar a 3,07 (como cerró ayer) no es del todo competitivo, teniendo en cuenta un contexto inflacionario. Por eso los industriales se lanzaron de lleno a cuestionar al Indec.

“El alza de precios anual supera el 25 por ciento”, señaló durante la semana De Mendiguren, quien exigió una urgente normalización del organismo oficial de estadísticas, críticas que se sumaron a las pronunciadas por Cristiano Ratazzi, presidente de la filial argentina de la automotriz Fiat (“el aumento de la inflación es una situación gravísima”, había dicho) y a las de Julio Werthein, titular del grupo Los W (“mi querido amigo Moreno no quiere ajustarse a las cosas que corresponden para hacer un índice que sea correcto”).

En este contexto de críticas y fuertes cruces con el ministro Randazzo, el próximo lunes se conocerá el índice de la inflación oficial de julio (cercano al 0,7 por ciento). Sin embargo, consultoras privadas están hablando de otros porcentajes. Ecolatina estimó una inflación de julio entre el 1,9 y 2 por ciento, mientras que la consultora Ferreres y Asociados calculó un aumento de entre 1,2 y 1,4 por ciento. Los principales incrementos se habrían dado en el rubro Alimentos. “Los aumentos en este segmento son constantes. Verduras, lácteos, harinas y artículos de limpieza aumentaron, en promedio, entre 7 y 14 por ciento”, estimó Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor, en diálogo con este diario.