“Nuestra presencia muestra una vez más que la Iglesia está cerca de los pobres y que le preocupan los problemas de la Argentina”, aseguró Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, a la salida del encuentro que los empresarios del agro mantuvieron con monseñor Jorge Casaretto, titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social. Fuentes de las entidades informaron a PáginaI12 que durante la reunión se analizó “cómo generar políticas con inclusión social en el sector agropecuario”, y negaron haberle pedido a la Iglesia que mediara en el conflicto que mantienen con el Gobierno. Casaretto, por su parte, pidió que “en cualquier proyecto agrario se tenga especial prioridad por los más pobres del campo”.

–¿El campo es un sector pobre? –le preguntó un periodista a Llambías a la salida del encuentro, cuando el ruralista se autoproclamó como representante de los que menos tienen.

–En el campo hay muchos pobres. Estadísticamente hay 230 mil productores de subsistencia y en los pueblos hay gente que a raíz de la merma en la rentabilidad está pasando una situación difícil. No se olviden de que gran parte de los anillos de pobreza que rodean a los grandes centros urbanos proviene del campo.

–Hay muchos lugares del campo donde hay productores ricos y peones pobres. La responsabilidad es de los grandes hacendados –retrucó otro cronista.

–¿A qué se refiere con peones pobres? –respondió Llambías, quien luego redondeó una evasiva y pasó a otro tema.

Junto al presidente de CRA estuvieron Luciano Miguens, titular de la Sociedad Rural; Carlos Garetto, presidente interino de Coninagro, y Pablo Orsolini, vicepresidente de Sociedad Rural. Miguens expresó el “agradecimiento por el apoyo que nos dio siempre la Iglesia, que siempre nos atendió en los momentos difíciles”. Por su parte, Orsolini reiteró la necesidad que tiene el sector de “políticas en forma rápida, urgente”, ya que en el caso de la sequía en el norte santafesino y sur chaqueño “muchos pequeños productores que tienen menos de 200 cabezas (de ganado vacuno) han perdido la mitad y pueden perderlas todas”.

Casaretto pidió luego del encuentro con los sectores más poderosos del agro que “en cualquier proyecto agrario se tenga especial prioridad por los más pobres” y exhortó al Gobierno y a las entidades del campo a “buscar consensos” y a “seguir trabajando por la inclusión social”. Fuentes de la Iglesia informaron además que la Mesa de Enlace propuso sumar la problemática de los minifundistas y los sectores más pobres al trabajo por la “inclusión social” que lleva adelante la Iglesia a través del proyecto “De Habitantes a Ciudadanos”, un espacio donde también participan la Confederación General del Trabajo, la Unión Industrial Argentina y la Central de los Trabajadores Argentinos, entre otros.