En medio de la crisis financiera internacional, que ya tiene su impacto en la economía real, sobre todo en los principales países de Europa y Estados Unidos, Argentina continúa por un sendero de crecimiento, aunque de manera más desacelerada que a principios de este año. La actividad económica en el país creció en septiembre un 6,8 por ciento respecto del mismo mes de 2007. En cambio, en comparación con agosto hubo una caída del 0,2 por ciento, lo que da cuenta de un leve descenso del nivel de actividad durante septiembre. Estos datos se desprenden del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae), un indicador que anticipa la evolución del Producto Bruto Interno, y que en su primera presentación no incluye datos desagregados por sector productivo.

Argentina arrancó el año con un crecimiento de su Producto Bruto del 9,9 por ciento. Siguió en alza durante febrero (9,0), abril (9,5), pero entre mayo y junio descendió abruptamente (7,3 y 5,7 por ciento respectivamente). La explicación estuvo en el lockout patronal alentado por cuatro entidades agropecuarias –llamadas Mesa de Enlace–, que afectó la actividad de los sectores del campo y contagió a otras actividades vinculadas. Además, generó un clima de malestar político en aquellos meses que afectó decisiones de gastos e inversión.

Según el Emae, en septiembre el crecimiento interanual fue de 6,8 por ciento mientras que, comparando los primeros nueve meses del año con igual período de 2007, el aumento fue del 7,4 por ciento. El salto de la industria local resultó del 5,8 por ciento, impulsado principalmente por el sector automotor y la industria metalúrgica, que acumulan una expansión del 28,0 por ciento y del 16,0 por ciento en cada caso durante los primeros nueve meses del año.

A su vez, la construcción aumentó 5,7 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado. Este rubro acumula una expansión interanual del 7,6 por ciento, impulsada básicamente por la construcción de viviendas (8,3 por ciento), otros edificios (8,5), construcciones petroleras (7,5) y otras obras de infraestructura (6,7).

Para la consultora Economía y Regiones, de Rogelio Frigerio (n), el dinamismo de la actividad económica responde a la evolución del consumo, uno de los principales pilares del crecimiento (aproximadamente 77 por ciento del PIB). “Hay que destacar que los montos comercializados en algunos sectores, como supermercados y shoppings, se deflactan utilizando un índice que subestima el aumento real del nivel general de precios y en consecuencia sobredimensiona el crecimiento real del consumo”, explicó la consultora.

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció esta semana que la balanza comercial de octubre cerrará en 11.366 millones de dólares, un crecimiento del 36,4 por ciento, mientras que el superávit comercial cerrará en 1037 millones de dólares. Estos datos se darán a conocer por el Indec el próximo martes.

La crisis financiera internacional está afectando a todos los países del globo. Este no es un dato que ignoren desde el Gobierno, por eso para este año no se esperará un crecimiento del 8 por ciento, como se viene dando desde hace casi un lustro (8,8 por ciento en 2003; 9,0 en 2004; 9,2 en 2005; 8,5 en 2006 y 8,7 en 2007).

Desde el Ministerio de Economía calculan un crecimiento para 2008 del 6,6 por ciento. Por otro lado, en el Presupuesto 2009 se proyectó un aumento del PIB del 4 por ciento. Desde el Ejecutivo dejaron entrever en varias oportunidades que ése sería el crecimiento real, sin ninguna subestimación, como ocurrió en otros ejercicios.

Para evitar mayores impactos de la crisis financiera, el Gobierno comenzó a implementar una serie de estímulos fiscales para diferentes sectores (automotor, motopartes, hidrocarburos). También se alentará una nueva prórroga del impuesto al Cheque y la Emergencia Económica, bajo el argumento de la crisis internacional.