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Fue un jueves de fiesta financiera. Las acciones subieron 5,9 por ciento en promedio, y el índice MerVal llegó al valor más alto del año. Volvió a bajar el dólar, ubicándose en valores que mostraba a mediados de año, y similar tendencia registraron las tasas de interés. A pesar del default con el Banco Mundial y la falta de acuerdo con el FMI, el Gobierno sigue disfrutando del veranito financiero.
El dólar cayó ayer un centavo en todos los segmentos. El oficial terminó en 3,48 pesos para la venta, nivel similar al mostrador hace un semestre, a fines de mayo. El libre, en tanto, cerró en 3,54 pesos, lo mismo que valía el 12 de junio último. Esta tendencia bajista no impidió que el Banco Central volviera a ganar divisas en el mercado cambiario: ayer se alzó con 28 millones de dólares y en lo que va del mes lleva ganados 371,6 millones. Esta racha impulsó a las reservas, que ya se ubican en 9864 millones de dólares.
En paralelo a la baja del dólar, el Central está logrando una persistente caída de las tasas de las Letras (Lebac). En la emisión a 32 días, el costo cedió al 8,6 por ciento anual, y 9 por ciento en la de dos meses. Ambos resultados se encuentran por debajo de las tasas que lograba Domingo Cavallo a mediados del año pasado para las Letes. El único problema de este descenso radica en una menor suscripción por parte de los inversores. Un ejemplo: de los 45 millones licitados en la franja a 61 días, sólo se suscribió la tercera parte.
El otro boom correspondió a las acciones, que se están convirtiendo en un boom en un contexto de dólar quieto y tasas en declive. La suba más importante de ayer fue la de Telecom (17 por ciento). En lo que va del mes hubo subas de hasta 42 por ciento (Acindar); del 36 por ciento; y del 31 (Grupo Galicia). Operadores dijeron a Página/12 que parte de los 60 millones de pesos apostados ayer en el recinto correspondió a inversores extranjeros en busca de “gangas”. Para Rafael Ber, de Argentine Research, el rally alcista tiene un límite debido a que hay papeles de empresas, como Acindar y Minetti, que subieron de precio, pero las compañías muestran patrimonios negativos. “La fiesta de hoy es un espejismo. En el actual contexto económico, sólo habría espacio para una recuperación firme con el paso del tiempo”, opinó Ber.