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En el mercado existe una regla: se compra con el rumor y se vende con la noticia. Luego de la fuerte suba de la víspera, previa al anuncio de reapertura del canje de deuda de 2005, los títulos públicos sufrieron ayer una breve toma de ganancias que los hizo retroceder entre 1,5 y 2 por ciento. Si bien la confirmación de que el Gobierno llevaría adelante la operatoria fue celebrada por analistas y hombres de la Bolsa, en los números (precio de los bonos) estaba descontada hace varias semanas. Las acciones de las empresas que componen el Merval finalizaron con un retroceso de 0,6 por ciento. Por su parte, en la plaza cambiaria el dólar cerró sin modificaciones sus precios y al público se ofreció en promedio a 3,83 pesos en agencias y casas de cambio. En el mayorista continuó apuntalado por la intervención del Banco Central, que ya absorbió mil millones en los últimos quince días.

La decisión del gobierno de enviar al Congreso el proyecto de suspensión temporal de la ley cerrojo continuó recogiendo adhesiones. Junto a los funcionarios, los economistas y las calificadoras, eternos defensores de la apertura financiera, se mostraron conformes por la medida ortodoxa a la que había echado mano el Gobierno para financiar el año próximo. La agencia calificadora de riesgo Fitch aseguró que si el canje es exitoso, mejoraría la nota del país como emisor de deuda de largo plazo. “Es otro paso en la dirección correcta”, dijo Casey Reckman, director del Grupo Soberano para América latina. El ex secretario de Finanzas Daniel Marx, en tanto, opinó que la iniciativa “es importante en términos de normalización” de las cuentas argentinas. Tras lo cual agregó que devuelve al país la “credibilidad necesaria”.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que la reapertura del canje significa un retorno a los mercados de capitales y agregó que es “imperioso” volver al financiamiento externo. Por último, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, previó que la reapertura “se va a traducir en la vida real en más y mejores puestos de trabajo”. “Para la provincia de Buenos Aires es una medida muy positiva y va a tener un efecto dinamizador de nuestra economía”, dijo.

Se sumaron en los elogios varios responsables de bancos de inversión en el país. Sin embargo, la reacción de los mercados se focalizó en las operaciones previas al anuncio. La suba de anteayer dejó paso a una toma de ganancias en los títulos públicos más negociados. La justificación que dieron algunos operadores fue la “ansiedad” que genera conocer la letra chica de la propuesta. Sin embargo, todo indica que no habrá sorpresas más allá de lo que fue anunciado en su momento. Entre los bonos en pesos, el Descuento retrocedió 1,9 por ciento; el Par, 1,5 por ciento; y el Bogar 2018, 0,6 por ciento. Entre los nominados en dólares, lo más destacado fue para el Boden 2012, que avanzó 0,5 por ciento.

En el mercado accionario, el índice Merval sobresalió con mejoras en los bancos Patagonia y Macro y en la siderúrgica Siderar. No obstante, arrastraron por su ponderación Tenaris, acompañado por Transener, Grupo Galicia y Edenor. Las acciones movilizaron operaciones por 64,1 millones de pesos y el mayor volumen se concentró en Tenaris, al sumar 12,1 millones. Los bonos de la deuda contabilizaron negocios por 436,8 millones de pesos. Mientras, la plaza cambiaria finalizó con un retroceso de un centavo respecto de la semana previa y casi sin movimientos en el mayorista. El stock de reservas internacionales, en tanto, se ubicó en los 45.032 millones de dólares.