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Las estatales petroleras YPFB, de Bolivia, y Enarsa, de Argentina, siguen discutiendo un acuerdo de compraventa de gas más exigente que el que data de 2006, para su firma en los próximos días por los presidentes Evo Morales y Cristina Kirchner, señaló ayer el ministro boliviano de Hidrocarburos, Oscar Coca. El funcionario explicó que comisiones técnicas discuten, en reuniones que se realizan en La Paz y Buenos Aires, ajustar el pacto de 2006, por el cual ambos países se habían comprometido a ampliar volúmenes de gas y construir un nuevo gasoducto.

Sin embargo, las dificultades de Bolivia para garantizar el abastecimiento demoraron la concreción de la obra del lado argentino (el denominado Gasoducto Nordeste). El proyecto obligaba a Bolivia a llevar las exportaciones diarias de gas a Argentina de los 7 millones de metros cúbicos a 27 millones a partir de 2011, pero nunca pudo cumplirse.

Para esta próxima semana estaba prevista la visita de la presidenta argentina, Cristina Kirchner, a Sucre, donde firmaría con su par boliviano, Evo Morales, el nuevo marco contractual. Pero las dificultades en lograr un punto de acuerdo obligaron a postergar el viaje.

“Discutimos el mejoramiento del contrato, en el sentido de que sea más exigente para ambas partes, de tal suerte que los volúmenes no bajen como ahora están bajando”, afirmó Coca. A la fecha, Bolivia bombea con irregularidad entre 2 y 5 millones de m3 diarios y nunca pudo cumplir con los 7 que mencionaba el pacto de 2006 para los dos años siguientes.

La Paz anunció la visita de la mandataria argentina, aunque sin una fecha definida. La Cancillería boliviana indicó que se podrá confirmar la fecha del encuentro de presidentes una vez que haya un preacuerdo energético.