Sábado, 6 de febrero de 2010 | Hoy
ECONOMíA › ARGENTINA Y BRASIL ACORDARON SEGUIR PROFUNDIZANDO LA RELACION COMERCIAL
El Gobierno cedió ante la presión brasileña de reducir los controles a las importaciones provenientes del país vecino, pero intentará ganar mercados a partir de nuevos vínculos sectoriales en un escenario de mayor crecimiento.
Argentina y Brasil buscarán avanzar en los acuerdos de integración productiva, en detrimento de las regulaciones de tipo “defensivas”, como las licencias no automáticas de importación. De esta forma, Argentina cede ante la presión brasileña de reducir los controles, pero intentará ganar mercados a partir de nuevos vínculos sectoriales. El cambio en la estrategia tiene que ver con una coyuntura económica más favorable para ambos países. Sobre estas definiciones se avanzó en la reunión de los tres ministerios –entre Relaciones Exteriores, Economía e Industria de los dos países– que tuvo lugar ayer en Cancillería. El 17 y 18 de febrero los titulares de Industria, Débora Giorgi y Miguel Jorge, tendrán otro encuentro para trabajar en “una real integración productiva”, el perfil que quieren darle a la relación comercial bilateral. “Arribamos a resultados muy provechosos”, concluyó el canciller Jorge Taiana.
El esquema planteado de reducción de algunas licencias estimulando acuerdos sectoriales podría satisfacer a ambas partes. Por el lado argentino, permitiría insertarse en nichos productivos vecinos sin descuidar los “sectores sensibles”, mientras que los brasileños podrían mantener su cuota de mercado local sin tantas trabas e incluso avanzar en nuevos mercados. “Trabajamos en una agenda positiva que tiene como objetivo lograr una integración productiva y así reducir a su mínima expresión las tensiones del comercio bilateral”, resaltó Giorgi.
Industria ya está trabajando en proyectos de integración en el sector metalmecánico, autopartes y madera y muebles. Una de las iniciativas que más entusiasma es la provisión de servicios y bienes de capital de parte de empresas argentinas hacia la vigorosa industria de petróleo y gas brasileña.
El apoyo financiero para de-
sarrollar las operaciones de integración provendría desde la banca pública: el BNDS brasileño y el Banco Nación y el BICE por parte de la Argentina. En tanto, la entidad brasileña comenzaría en el corto plazo a financiar exportaciones argentinas al país vecino de camiones fabricados con autopartes brasileñas.
El panorama es distinto al del año pasado, ya que el comercio bilateral ha disminuido su nivel de tensión. Las licencias no automáticas de importación, de parte de ambos gobiernos, se están liberando en tiempo y forma, en general antes de los 60 días reglamentarios. La delegación brasileña marca que, por ejemplo, se han agilizado los trámites en tractores, autopartes y textiles.
Sin embargo, los brasileños buscan eliminar estos controle ya que, dado su mayor nivel de competitividad, la liberalización los beneficia. Pero en el Gobierno no están dispuestos a privarse de las licencias, un recurso que, como justificó Eduardo Bianchi, secretario de Industria, “es una potestad de la Nación y está contemplado por la OMC”.
El acuerdo al que llegaron en este tema lo enunció el ministro brasileño Jorge: “Vamos a analizar una posible flexibilización de las licencias no automáticas, que se verá sector por sector”. Los negociadores argentinos aclaran que habrá sectores en los que se pueden eliminar o flexibilizar y otros en los que se deberán mantener. Lo que sí está claro es que no hay mucho lugar para ampliar el abanico de productos con sujetos a licencias. El proceso será, paulatinamente, la desregulación.
Pero las tensiones no se agotan en los controles comerciales. Para la Argentina es importante reducir el histórico déficit bilateral. Este desequilibrio se genera a partir del intercambio entre productos manufacturados: mientras el déficit bilateral en 2009 fue de 1504 millones de dólares, el segmento industrial registró un rojo de 2903 millones. Para Giorgi, el déficit se logrará revertir únicamente cuando las estructuras productivas se equilibren. En esa línea está el plan de integración.
La cita ministerial también incluyó a los cancilleres Jorge Taiana y Celso Amorim y los titulares de Economía, Amado Boudou y Guido Mantega. Se reunirán cada 45 días, según establecieron Cristina Fernández y Lula da Silva en la cumbre que protagonizaron en noviembre, la cual había tenido como tema excluyente los roces comerciales.
Informe: Javier Lewkowicz.
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