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Después de la crisis más grave de su historia, que incluyó una fuga de capitales de 19.500 millones de dólares, caída económica y desempleo record, la Argentina tendría una recuperación moderada el próximo año. Según la Cepal, el Producto Bruto se expandirá 2 por ciento en 2003, lo que en la práctica significaría que la actividad de la economía se plancharía en los actuales niveles. El organismo de las Naciones Unidas prevé que la situación se mantendrá frágil en el mediano plazo.
En el habitual informe anual sobre las economías de América latina y el Caribe, esta vez la Cepal se centró en la Argentina: tras el corralito y la devaluación, el país mostró un quebranto generalizado. Para 2002, el organismo calculó una retracción del PBI del 11 por ciento, la caída más importante de la región. Le siguen Uruguay (-10,5%) y Venezuela (-7%). El informe destaca que el Producto argentino acumuló una baja de 22,4 por ciento en los últimos cuatro años.
En el desempleo, la Argentina también encabezó el triste ranking, con el 21,5 por ciento de la población económicamente activa, unas tres millones de personas. Colombia y Uruguay continúan en la lista, con una tasa en torno del 17 por ciento, y Venezuela, con el 16 por ciento. El índice promedio de la región se situó en 9,1 por ciento, contra 8,4 de un año atrás. Esta situación generó siete millones más de pobres en la región.
“Argentina ingresó por una senda de recuperación moderada, que será más vigorosa hacia el segundo semestre de 2003”, señaló el secretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo. La previsión de crecimiento para el año próximo es de 2 por ciento, dos décimas por encima de lo que se expandiría el PBI de Brasil.
En el mismo sentido de la presión que ejerció la fuga de capitales sobre el tipo de cambio, la Cepal apuntó los 4300 millones de dólares pagados a los organismos (4 puntos del PBI) como servicios de la deuda durante este año, lo que también menguó las reservas del Banco Central.