La Inversión Extranjera Directa (IED) hacia Argentina registró el impacto de la crisis internacional. En sintonía con el comportamiento negativo registrado a nivel global y regional, los flujos con dirección al país retrocedieron 49,7 por ciento durante el año pasado. El indicador había alcanzado su máximo histórico, precisamente, en 2008: el año con el cual se hace la comparación. El Reporte Mundial de Inversión de Naciones Unidas publicado ayer señala que la IED recibida por las economías más grandes de América latina (Brasil y México) cayó 42 y 47 por ciento, respectivamente. El derrumbe de la IED hacia las economías centrales fue mayor: 60 por ciento en las destinadas a Estados Unidos, 51 por ciento a Japón y 50 por ciento a Canadá. En el caso de la Unión Europea, la caída fue del 33 por ciento. Un dato relevante para la inversión extranjera en el país es que, a diferencia de lo que ocurriera en el conjunto de la región, la renta que obtuvo durante 2009 se incrementó moderadamente respecto del año anterior. Ello explica una mayor participación de la reinversión de utilidades como fuente de financiamiento de la IED hacia el país.