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A pedido de la UIA, los distintos partidos políticos presentaron sus principales ideas industriales en vistas a las elecciones presidenciales de 2011. Los invitados por el establishment empresario a la Conferencia Industrial fueron referentes del PJ, UCR, Proyecto Sur, Peronismo Federal y PRO. Con 20 minutos para exponer, los oradores intentaron dejar en claro el lugar central que ocupa la industria en el proyecto de país de sus partidos: la necesidad de un banco de desarrollo, modificar la estructura tributaria y recrear un Consejo Económico y Social fueron un eje compartido por distintos interlocutores. Ninguno de los oradores se olvidó de dedicarle un segmento de su discurso al sector agropecuario. En la cúpula de la UIA reconocían “cierta vaguedad” en las propuestas, pero destacaban la presencia de todo el espectro político.

En su triple condición de gobernador de la provincia de Buenos Aires, vicepresidente del PJ y representante del gobierno nacional en ese panel, Daniel Scioli, destacó las políticas vigentes desde 2003: “El fuerte crecimiento económico, el desarrollo del mercado interno y la creación de empleo de los últimos años no es una recuperación temporaria, avanzamos en momentos globales buenos y otros muy malos. Tienen que reconocer que el país se reindustrializó”. El funcionario fue el único de los seis oradores que destacó el impacto de la Asignación Universal por Hijo.

El diputado Fernando Solanas (Proyecto Sur) abrió la jornada saludando a sus amigos de la industria y enfatizó a lo largo de su intervención la necesidad de un Estado activo y presente en sectores estratégicos como petróleo, gas, ferrocarriles, la industria naviera y la formación de científicos. Un fuerte contraste con el reclamo del vicepresidente de la UIA, Federico Nicholson, quien más temprano había despotricado contra “la excesiva intervención estatal”. Por su parte, el senador socialista Rubén Giustiniani consideró que el Estado “debe articular con la sociedad y el mercado”.

“Todos vienen acá y dicen que tienen una visión industrialista, es obvio. Nosotros escuchamos expectantes, pero sabemos que hay que esperar a que se defina el panorama político”, comentó a Página/12 un directivo de la UIA. En materia cambiaria, la mayor parte de los disertantes destacó la necesidad de preservar un tipo de cambio competitivo. Aun ante un auditorio que reclama constantemente la devaluación del peso, el senador radical Ernesto Sanz sostuvo que “no sirve devaluar rápidamente en pocos meses”. El mendocino cuestionó los niveles de inflación y dejó entrever que el gasto público es el responsable de los aumentos de precios. A su vez, se manifestó en favor de ampliar los objetivos del Banco Central para incluir la creación de empleo y el crecimiento económico.

La mayor parte de los disertantes reiteraron tres elementos que, en el panel anterior, había destacado el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao: la importancia de la inversión en ciencia e investigación, el financiamiento y la educación. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, fue uno de ellos. El líder del PRO propuso un “Pacto de Industrialización” con el objetivo de lograr 50 multinacionales argentinas que compitan globalmente. Al mismo tiempo que propuso orientarse a la demanda de productos primarios de países como China e India. Finalmente, el coordinador del Peronismo Federal, José Luis Romero, desempolvó el recetario neoliberal para reclamar reglas claras, sincerar el tipo de cambio (dejar que el mercado determine el precio del dólar) y la entrada de capitales extranjeros. Macri compartió la relevancia de este último punto.