Sábado, 4 de diciembre de 2010 | Hoy
ECONOMíA › LULA BUSCó LLEVAR TRANQUILIDAD AL GOBIERNO Y LAS EMPRESAS ARGENTINAS
El presidente brasileño envió un mensaje conciliador en la etapa final de su mandato, destacando que hay políticas de Estado que no se alteran con el recambio de gobierno. “Argentina es nuestra musa. Descubrimos que juntos somos más fuertes”, destacó.
“No creo que la devaluación sea una posibilidad. No queremos devaluar el real”, sostuvo ayer el presidente saliente de Brasil, Lula da Silva. Las declaraciones del mandatario debilitan los reclamos devaluatorios del establishment local y amplían el margen de maniobra para la política cambiaria del Banco Central. A pesar de la negativa a una fuerte baja en la cotización del real, el gobierno de Brasil ha expresado en los últimos meses su creciente preocupación por la sobrevaluación de la moneda: “Tampoco queremos que se afiance mucho frente al dólar”, concluyó Lula. Por eso, en la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont se muestran cautelosos y expectantes de los cambios en las autoridades monetarias del país vecino. Ayer la cotización del real siguió apreciándose y el dólar cerró a 1,68 reales.
La apreciación del real relaja las presiones que generan otras monedas sobre el tipo de cambio real multilateral y permite a un grupo importante de empresas ubicadas en Argentina preservar elevados niveles de competitividad. Entre 2002 y 2010, la fuerte entrada de capitales y la política monetaria que aplica Brasil resultaron en una apreciación real cercana al 60 por ciento. Aunque, por el momento, el gobierno de Brasil busca despejar del tablero la posibilidad de una devaluación, en los últimos meses tomó fuertes medidas para evitar una profundización en la caída de la cotización del dólar: la más relevante haber triplicado el impuesto a la entrada de capitales.
Para Marcó del Pont, “el tipo de cambio real de Argentina continúa siendo competitivo en relación con los parámetros históricos”. En la relación bilateral con el país vecino, el tipo de cambio se encuentra un 47 por ciento por encima del promedio observado entre 1995 y 2001. “¿Podría haber crecido la industria 60 por ciento desde 2003 si no hubiera existido la política cambiaria actual? ¿Podría haber crecido 9 por ciento en 2010 si el tipo de cambio hubiera caído como en los países vecinos?”, cuestionó el jueves pasado la titular del Banco Central durante su participación en la Cumbre Iberoamericana.
Sin embargo, la caída sostenida en el tipo de cambio puede impactar negativamente sobre la estructura productiva brasileña, como sucedió durante los diez años de convertibilidad. En ese escenario, la magnitud de la competitividad cambiaria de Argentina perdería relevancia. Por eso, en el Banco Central destacan también la relevancia de que Brasil continúe creciendo. En ese mismo sentido, Lula consideró ayer que “Argentina es nuestra musa y creo que Argentina piensa lo mismo sobre Brasil. Descubrimos que juntos somos muy fuertes y podemos tener mucha influencia en decisiones importantes en el mundo”.
Más allá de las declaraciones de Lula, en el directorio del Banco Central esperan expectantes que asuma el nuevo titular de la autoridad monetaria de Brasil, Alexandre Tombini. “No consideramos una hipótesis de devaluación brusca en Brasil. Más allá de lo que reclame un sector de la industria paulista, nuestros vecinos tienen un escenario financiero que dificulta un alza muy fuerte en el tipo de cambio”, comentaron ayer desde el Central.
“El comercio entre Brasil y Argentina llegará este año a casi 35.000 millones de dólares, y vamos a hacer todo lo que podamos para no disparar contra nuestro propio pie”, afirmó el mandatario en una entrevista a corresponsales de la prensa extranjera en Río de Janeiro. La relación comercial con el país vecino se profundizó este año y ya supera los valores registrados en 2008, antes del estallido de la crisis financiera internacional. La balanza comercial bilateral arroja un déficit de 3367 millones de dólares, contra 4280 millones en 2008. Sin embargo, “junto con la recuperación del intercambio bilateral, volvió a crecer el déficit industrial para Argentina”, advirtió el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, desde Brasilia donde mantuvo una reunión con sus pares brasileños. En ese encuentro sobre la marcha del comercio bilateral, Bianchi volvió a reclamar por las dificultades de acceso al mercado brasileño de motos, cítricos y mosto de vino, “producciones en las cuales, a pesar de ser competitiva, Argentina no puede ingresar a Brasil”.
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