Sábado, 4 de diciembre de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › LA COMUNIDAD QOM RECLAMA QUE SE APARTEN LOS MAGISTRADOS PROVINCIALES
Por Carlos Rodríguez
Desde Clorinda
“En este caso, no puede intervenir ni la Justicia provincial ni la policía de Formosa, porque el hecho ocurrió en una ruta nacional, que es jurisdicción de la Justicia Federal y de Gendarmería Nacional. Por eso vinimos a pedir que el juez provincial Gabriel Santos Garzón se aparte de la causa.” El abogado Juan Eduardo Davis, en representación de los pobladores de la comunidad qom de La Primavera, no sólo recusó a Garzón por incompetencia sino también por “su total parcialidad, porque si la investigación sigue en manos de jueces provinciales, van a actuar para favorecer al gobierno y a la policía, nunca van a tener en cuenta lo que digan los pobladores indígenas”. En forma simultánea con la recusación a Garzón, el comisario de Laguna Blanca, Ricardo Caje, quien estuvo al frente del procedimiento que se hizo en la mañana del martes 23 de noviembre –previo a la represión en la cual murieron dos personas–, insistió en que los uniformados bajo su mando “fueron agredidos por los dirigentes encabezados por Félix Díaz, que cortaban la ruta” y negó que en ese operativo hubieran ido con la intención de desalojarlos del lugar que ocupaban en el camino, desde hacía cuatro meses.
“Sólo fuimos a constatar una denuncia de usurpación hecha por la familia Celía.” El comisario Caje se desligó de responsabilidad en la represión y dijo que “un comisario general” estuvo al mando del operativo nocturno. Llamó la atención que, en su diálogo con Página/12, omitiera en forma ostensible mencionar el nombre de ese comisario general de Formosa, cuando se sabe que se trata de Antonio Muñiz, miembro de la plana mayor de la policía local. Muñiz tiene una “bien ganada fama de autoritario, al punto de que muchos lo comparan con el comisario tucumano (Mario) ‘Malevo’ Ferreyra”, le dijo Davis. También resultó llamativo que el comisario Caje asegurara que, en ese operativo mañanero, los que supuestamente dispararon fueron “los que seguían a Félix Díaz” y que en cambio no haya visto usar su arma a Jorge Celía, presente en el operativo de las 11.
–¿Usted no lo vio disparar a Celía? El admitió que lo hizo –le recordó Página/12.
–Eso no me consta. Nosotros estábamos siendo agredidos y no podíamos ver todo. Es posible que lo haya hecho, pero a mí no me consta –fue la respuesta de Caje.
Jorge Celía admitió ante la prensa local que él había usado un arma de fuego: “Cuando me sentí muy presionado tiré un tiro arriba (al aire) para que esta gente ya no me persiga, incluso Félix Díaz me había impactado dos proyectiles de honda. Y cuando escuché los disparos pensé lo peor. Nunca le apunté a Félix Díaz y eso consta en actas”.
Mientras Celía, que estuvo en el lugar, dice que Díaz llevaba una honda, el comisario Caje insinuó que fue uno de los que supuestamente disparaban con armas de fuego. Si bien Celía afirmó que sólo hizo disparos al aire, Pablo Asijak, cuñado de Félix Díaz, le aseguró a este diario que al líder de la comunidad “le tiraron a matar y se salvó de casualidad”. Los pobladores de La Primavera todavía no fueron llamados a testimoniar por el juez Garzón.
“El juez Garzón tendría que haberse excusado de intervenir, porque los hechos ocurrieron sobre una ruta nacional. La competencia es del juez federal de turno de la provincia, que tiene que actuar con el auxilio de Gendarmería Nacional y no de la policía provincial.” Davis recordó que “hay antecedentes, en la Cámara Criminal de Formosa, de transferir los casos que ocurren en las rutas nacionales a la Justicia Federal, de modo que Garzón tiene que apartarse por propia decisión o porque lo decida la Cámara, a la que vamos a apelar en el caso de que quiera seguir con la causa”. Lo que preocupa a los defensores de la comunidad aborigen es que Garzón “está tomando un montón de medidas probatorias cuando él sabe que no tiene competencia”.
El abogado insistió en que “ni el juez Garzón ni ningún otro juez de la provincia es garantía de imparcialidad en un caso como éste, que involucra al gobierno”. Consideró que “es muy claro que la investigación está direccionada a incriminar a los aborígenes”.
El abogado sostuvo que “es evidente que hubo intención de provocar este incidente, para justificar luego la represión que se hizo a la noche”. Cuestionó la intervención, en el incidente de la mañana, del juez provincial Julio Mauriño. “El tampoco tenía por qué intervenir en este caso y creo que es el primer gran responsable de lo que ocurrió.” Mauriño estuvo presente en el operativo de las 11 del día martes 23.
Por último, le apuntó al comisario general Muñiz: “Por los testimonios que tenemos, es el primero que empezó a los tiros (en el operativo donde hubo dos muertes). Muñiz es muy conocido en Formosa por su carácter violento. Pero aquí también hay otros responsables, como el jefe de la policía de Formosa (Juan Bernabé Escobar), que tendría que renunciar porque él dio la orden de reprimir, y el ministro de Gobierno (Jorge Abel González), quien ha reconocido que no sabe cómo solucionar este conflicto. Y es obvio que el gobernador también es responsable. En Formosa nada se hace sin la orden expresa de Gildo Insfrán”.
En el informe que hizo sobre el operativo de la mañana del martes 23, el comisario Caje fue compañado por el oficial principal Jorge Ramón Sánchez, quien dijo haber sido uno de los “golpeados por los que cortaban la ruta”. Sánchez sostuvo que recibió golpes en el cuerpo, en la cara, y que estuvo en reposo obligatorio. “Ya se me fueron las marcas”, aclaró al observar que Página/12 trataba de constatar, sin éxito, las huellas del castigo
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