El Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina le aceptó ayer la renuncia al presidente de la entidad, Héctor Méndez, y designó en su lugar al vicepresidente primero, Miguel Acevedo, quien permanecerá en el cargo hasta abril, cuando vencía el mandato del renunciante. Dirigentes de las dos líneas internas de la entidad, Celeste y Blanca e Industriales, expresaron durante la reunión del Comité su vocación de respetar el pacto de alternancia en el poder, por lo cual el próximo turno en la presidencia corresponderá a un representante de esta última fracción. Sin embargo, desde Celeste y Blanca advirtieron que eso será así siempre y cuando el otro sector proponga un candidato de consenso que preserve la unidad de la central fabril. De lo contrario, ejercerá su poder de veto y forzará la convocatoria a elecciones.

Anteanoche hubo una reunión cumbre de Industriales buscando descomprimir tensiones. Dentro de esta corriente fue donde estalló una dura interna por la selección del candidato a la presidencia. Las peleas comenzaron en diciembre y se agudizaron a lo largo del verano, con dos posiciones enfrentadas: una la encabeza José de Mendiguren, con el apoyo de amplios sectores pymes, siderúrgicos e industria liviana en general, y del otro lado aparece Techint, que postuló para el cargo al ejecutivo de Arcor Adrián Kaufmann Brea. El holding que encabeza Paolo Rocca pretendió recrear en la UIA el funcionamiento de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), donde esas dos empresas ejercen la conducción junto a Héctor Magnetto, del Grupo Clarín.

El Gobierno sigue de cerca la disputa y hace saber su descontento con Techint, el cual lo enfrenta abiertamente y estaría apoyando al radical Ernesto Sanz para las elecciones de octubre. El Poder Ejecutivo lo último que quiere es que la central de industriales, una de las más influyentes del campo empresario, quede bajo el mando de un dirigente identificado con la línea de AEA.

En este marco se produjo la reunión de anteanoche de los principales referentes de Industriales. Fue en la casa del textil Guillermo Gotelli. Estuvieron De Mendiguren, Luis Betnaza (de Techint), Juan Carlos Lascurain (metalúrgico), José Luis Basso (autopartista) y los representantes de Buenos Aires, Osvaldo Rial, de Santa Fe, Carlos Garrera, y del Chaco, Pablo Challú, quien además ejerce la presidencia del grupo. Lo más importante del encuentro fue que los contendientes se sentaron cara a cara luego de dos meses de escalada en el enfrentamiento. Pero no lograron avanzar en definiciones de peso para destrabar el conflicto. Cada participante expresó su posición respecto de la política económica del Gobierno y su visión sobre cuáles deberían ser las prioridades de la próxima gestión de la UIA, en un año electoral, y no mucho más.

El representante de Techint mantuvo un bajo perfil y mostró un “ánimo conciliador”, aunque no hizo ningún gesto para levantar el rechazo del grupo a la postulación de De Mendiguren. En diciembre, el holding amenazó con abandonar la central fabril si se insistía con la designación del dirigente textil. A lo largo de esta semana seguirán los contactos dentro de Industriales para acercar posiciones. Una línea de negociación en marcha es que el candidato sea un tercero, para lo cual ya se ofrecieron Rial y Gotelli. Sin embargo, tampoco reunirían los apoyos necesarios, ya que la mayoría se inclinaría por De Mendiguren.

Desde la lista Celeste y Blanca ayer transmitieron que esperarán a Industriales todo lo que haga falta para que designe a su postulante a la presidencia. También ratificaron que respetarán el acuerdo de alternancia en el poder. La condición que pusieron fue que ese dirigente debe ser nombrado por consenso, con el apoyo unánime de Industriales, o de lo contrario avanzarán en el llamado a elecciones. Este sector pidió además que se hiciera un reconocimiento a Méndez por su gestión de casi dos años. Fue una forma de darle una salida decorosa luego de que se le adjudicara estar operando para romper el acuerdo con Industriales.