El Indice de Precios al Consumidor (IPC), difundido ayer por el Indec, registró en marzo un alza del 0,8 por ciento en relación al mes anterior y del 9,7 con respecto al mismo período del año pasado. Los rubros que impulsaron ese avance fueron indumentaria y educación. Este último estuvo marcado por fuertes incrementos en las cuotas de los colegios privados. El organismo también publicó los datos de la Canasta Básica Alimentaria, que trepó 0,9 por ciento, mientras que la Canasta Básica Total registró una suba del 1 por ciento (ver aparte). En lo que va del año, el IPC acumula un aumento del 2,3 por ciento. Por su parte, las consultoras privadas, a pesar de que muchas fueron multadas por la Secretaría de Comercio Interior, estimaron la inflación de marzo entre 2,2 y 2,5 por ciento, mientras que su proyección anual es cercana al 25 por ciento.

Uno de los rubros que viene subiendo mes a mes es indumentaria. En febrero lo hizo un 2,2 por ciento, mientras que el mes pasado trepó otro 2,3 por ciento. Este ítem aportó un 0,17 punto porcentual a la suba del IPC. La categoría ropa tuvo un alza del 2,3 por ciento, mientras que calzado subió un 2,6 por ciento.

La suba del IPC también se explica en buena medida por el capítulo educación. Según el Indec, este rubro aumentó 4,8 por ciento, explicado por alzas en los servicios educativos (5,9 por ciento) e incrementos en los útiles escolares (1,9). Hubo escuelas privadas el último mes que aplicaron subas superiores al 20 por ciento, aunque el promedio arrojó 5,9.

Durante febrero, el principal incremento había sido en el rubro esparcimiento, sobre todo en la categoría servicios de televisión. La fuerte suba en ese rubro se había explicado por el aumento del 11 por ciento en el abono de Cablevisión, medida que fue revertida por el Gobierno aunque la empresa apeló la decisión y se mantiene en suspenso. De todas maneras, este ítem aportó en marzo una baja del 0,5 por ciento.

Por su parte, alimentos y bebidas avanzó un 0,6 por ciento –en febrero fue 0,3 por ciento–, aunque por la fuerte incidencia en el gasto de las familias aportó más del 15 por ciento de la inflación total. Los mayores incrementos se dieron en bebidas alcohólicas (1,8 por ciento), aceites y grasas (1,6), productos lácteos (1,7) y azúcar, miel, dulces y cacao (1,1). En cambio, carnes casi no tuvo variación con respecto al mes anterior (0,1), las verduras descendieron 0,9 por ciento y las frutas tuvieron un alza del 0,5 por ciento. En el rubro verduras, la lechuga había tenido un incremento en febrero del 19 por ciento, mientras que en marzo cayó 10,7 por ciento. La zanahoria bajó 6,8 por ciento.

El capítulo de transporte y comunicaciones creció 0,9 por ciento, a partir del incremento del 0,7 en transporte –el taxi– y un aumento considerable en el rubro comunicaciones (1,9), traccionado por ajustes en los abonos de la telefonía celular.

Las consultoras privadas continuaron con sus sondeos, a pesar de que son cuestionadas por el Gobierno por su falta de rigurosidad metodológica y por no tener la capacidad de muestreo necesaria para que los datos recolectados resulten representativos. Aun así, el desprestigio del Indec permite que sean consideradas como aproximaciones a la inflación. En este sentido, la consultora Finsoport, conducida por Jorge Todesca, ex viceministro de Economía durante la presidencia de Eduardo Duhalde, sostuvo que su medición de la inflación en marzo arrojó un aumento de 2,2 por ciento. Esta firma ya fue multada con 500 mil pesos por la Secretaría de Comercio. Por su parte, la firma que dirige Graciela Bevacqua, Buenos Aires City, la ex directora del IPC, estimó un alza de precios del 2 por ciento y un acumulado del 5,7 por ciento en el primer trimestre. Esta economista también fue multada con 500 mil pesos por la escasa rigurosidad de su estimación, de acuerdo con el dictamen de Comercio Interior.