La presidenta Cristina Fernández criticó las recetas de los países desarrollados para enfrentar la crisis económica europea. En particular, hizo mención a la situación de Grecia, que comparó con la crisis argentina de fines de 2001. “Esperemos que en algún momento aquellos que conforman el círculo de poderosos en el mundo adviertan que no se puede aplicar la misma medicina que vienen aplicando, porque fueron esas recetas las que causaron la enfermedad. Esta es una muestra de la crisis que ha provocado el pensamiento único en el mundo”, sostuvo la mandataria. El cuestionamiento, elíptico, fue para el FMI y los organismos de la UE que impusieron en el viejo continente un plan de ajuste fiscal. En contraposición al concepto de pensamiento único, Cristina destacó la formación académica de jóvenes de todo el país que accedieron a las becas Amartya Sen, un programa para la formación de economistas con “responsabilidad social”. También anunció la segunda etapa del programa para financiar a jóvenes emprendedores, que prevé destinar 50 millones de pesos.

“Las imágenes que pueden verse hoy de Grecia son muy parecidas a las que vivimos nosotros en 2001, cuando el peso de la deuda externa provocó quiebres institucionales muy graves y, lo que es peor aún, cobró la vida de argentinos”, reflexionó la Presidenta durante un acto en la Casa Rosada, quien agregó que los organismos internacionales son responsables de esta situación.

“Necesitamos nuevas recetas. Esto casi parece una obviedad, pero lo digo con conocimiento de causa. En las reuniones donde se junta el círculo de poderosos –como el G-20– todavía no se asumió la exacta y terrible dimensión de la crisis que ha provocado el pensamiento único en el mundo”, indicó la Presidenta.

Como contrapartida, la mandataria destacó el rol de los jóvenes profesionales en modificar la lógica del Consenso de Washington. En este sentido, presentó la iniciativa Premio Amartya Sen, un programa de becas –impulsado en el país por el economista Bernardo Kliksberg– que apunta a capacitar a 100 jóvenes profesionales de todo el país.

Por otro lado, presentó junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi, el Programa Nacional de Apoyo al empresariado joven, que dispone de más de 50 millones de pesos para 2011. La iniciativa incluye créditos a tasa cero sin garantía, que se devuelven en la medida en que el emprendimiento tenga resultados positivos.

Dentro de esta iniciativa –que también lleva el nombre de préstamos de Capital Semilla– se prevé financiar 1600 emprendimientos y así duplicar el monto utilizado a fines de 2010, cuando se lanzó el sistema. En la primera convocatoria, esta herramienta acompañó 801 iniciativas de emprendedores de 24 provincias, por un total de 22,5 millones de pesos.

“Este programa de apoyo concreto a los jóvenes emprendedores es inédito en la historia del país. De las 140.000 empresas creadas desde 2004 a la fecha, el 60 por ciento corresponde a jóvenes”, manifestó Giorgi.