El ministro de Economía, Amado Boudou, participó ayer de un almuerzo con la cúpula de la Unión Industrial. El funcionario repasó las políticas macroeconómicas que son eje del modelo y aclaró que “no se volverá atrás”. En su alocución se refirió al financiamiento, al tipo de cambio y a la integración regional. No obstante, evitó dar precisiones ante los popes fabriles sobre el conflicto comercial que enfrenta a la Argentina con Brasil. “Es un tema que no me compete y lo maneja (la ministra de Industria, Débora) Giorgi”, se excusó. En el convite en la sede fabril, los empresarios se quejaron de la falta de competitividad, pero aclararon que no piden más devaluación. A la izquierda de Boudou se sentó Luis Betnaza, vice de la UIA y representante de Techint en la entidad. “Esperábamos algún cruce entre ellos, pero fue todo cordial”, relató a este diario uno de los industriales presentes.

Luego de varios meses de tensión entre la central fabril y el Ejecutivo nacional, bajo la anterior presidencia de Héctor Méndez en la UIA, el diálogo se presenta fluido desde la asunción de José de Mendiguren. Primero fue la reunión con la Presidenta en Casa de Gobierno. La semana pasada visitó la sede industrial la ministra Giorgi y ayer fue el turno de Boudou. El encuentro comenzó a la 13.40. Por el lado empresario participó toda la mesa directiva, incluido Betnaza, quien se había ausentado en los dos encuentros anteriores. No hubo cruces entre las partes. Hasta los pases de factura fueron en tono amable. “Betnaza se quejó de que el Gobierno no convalidó la denuncia de Techint por dumping de China en tubos. Pero no fue agresivo”, dijo a este diario un directivo de la mesa chica.

Otro tema que salió a la luz fueron las declaraciones del viceministro de Economía, Roberto Feletti, respecto del modelo económico. “El populismo debe radicalizarse”, fue la frase de Feletti en la revista Debate que escandalizó a los empresarios. “¿Este es el camino a través del cual se va a profundizar, o el que plantea la Presidenta, con menor confrontación?”, le consultaron los industriales a Boudou. El funcionario los tranquilizó: “Guíense por lo que les dijo la Presidenta y no por lo que sale en los diarios”.

El conflicto comercial entre Argentina y Brasil generó más de una pregunta por parte de los empresarios. El ministro no dio mayores precisiones respecto de las negociaciones entre ambos gobiernos. No obstante, a la salida del encuentro se mostró confiado en que habrá una pronta resolución. “El conflicto se va a resolver como en otras oportunidades en las que hubo problemas con el país vecino”, señaló a la prensa apostada en la puerta de la sede de Avenida de Mayo al 1100. Los industriales respaldaron lo actuado por el Gobierno y le recordaron a Boudou las trabas comerciales que Brasil impuso en los noventa al ingreso de productos argentinos. Ante la consulta sobre la creación de una banca de fomento, el ministro recordó que siguen en vigencia los préstamos del Fondo del Bicentenario y reiteró que está en carpeta del Gobierno un proyecto para ampliar el financiamiento a la inversión.

También hablaron de competitividad. “La UIA dijo con toda claridad, por algunas versiones que se han escuchado, que no busca la resolución del problema de la competitividad a través de una devaluación”, afirmó De Mendiguren. El empresario textil aseguró que “el tipo de cambio es una de las herramientas de la política económica”, pero aclaró que “no es la única”. “Tocarlo sin resolver los otros problemas de falta de competitividad es un espejismo que lo único que logra es una ventaja temporaria que luego los precios licuan”, indicó. “Por eso no compartimos ese criterio de la devaluación”, insistió.

La discusión de los salarios derivó casi en la situación con los sindicatos. Los empresarios volvieron a quejarse de la conflictividad gremial. Boudou tomó distancia y defendió al líder de la CGT, Hugo Moyano. Destacó que mantiene un sindicato ordenado, “a diferencia de otros”. En tanto, desde la UIA admitieron que los encuentros con la cúpula de la CGT se pospusieron hasta tanto “se presente un escenario más propicio para el diálogo bilateral”.