EL MUNDO › DOMINIQUE STRAUSS-KAHN TIENE LOS DíAS CONTADOS AL FRENTE DEL FMI

La disputa por el trono

Aunque logre probar su inocencia ante la denuncia por abuso sexual, el proceso llevará tiempo y las presiones para que renuncie son cada vez más fuertes. Estados Unidos le bajó el pulgar y ya se debate quién será el sucesor.

 Por Fernando Krakowiak

Dominique Strauss-Kahn tiene los días contados al frente del Fondo Monetario Internacional. Aunque finalmente logre probar su inocencia ante la denuncia por abuso sexual, el proceso llevará tiempo y las presiones para que renuncie son cada vez más fuertes. “No está en condiciones de dirigir el FMI”, declaró el martes Timothy Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos, principal accionista del organismo. Inglaterra manifestó ayer una posición similar, pero menos contundente, a través de su canciller, William Hague. “Creo que Strauss-Kahn tendrá que tomar una decisión sobre su futuro, pero está en una posición muy difícil”, sostuvo. La reacción más cautelosa entre los poderosos provino de Japón. “Todavía es prematuro tomar una decisión”, afirmó su vocero, Yukio Edano. Sin embargo, la disputa por la sucesión ya está planteada. Entre los candidatos, sobresale la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde. Un escalón más atrás se ubican el ex primer ministro británico Gordon Brown, el ex ministro de Finanzas de Alemania Peer Steinbrueck y el ex presidente del Bundesbank Axel Weber.

La imposibilidad de Strauss-Kahn de ejercer su cargo puede llevar al Consejo de Administración a reemplazarlo. “Las funciones del director general cesan cuando el Consejo así lo decide”, prevé el artículo XII, sección 4, del estatuto del Fondo, aunque el procedimiento hasta ahora nunca fue aplicado. El lunes hubo una reunión de este cuerpo, pero sólo se informó que John Lipsky, número dos del FMI, quedó como director interino.

El Consejo está integrado por 24 miembros. Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Arabia Saudita tienen un representante cada uno. Mientras que los otros 179 países que integran el FMI se reparten las 16 plazas restantes. Estas últimas naciones se organizan en grupos. Argentina, por ejemplo, comparte una silla en el directorio junto a Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. En la actualidad, ese lugar lo ocupa el argentino Alfredo Mac Laughlin, quien rota con el chileno Pablo García-Silva.

La estructura de poder dentro del organismo expresa la correlación de fuerzas existente al final de la Segunda Guerra Mundial y se manifiesta en diferentes poderes de voto. Los mejor posicionados son Estados Unidos (16,8 por ciento de los votos), Japón (6,25), Alemania (5,83), Francia (4,3), Inglaterra (4,3) y China (3,8 por ciento). En el otro extremo se ubica un grupo de 22 países africanos que en conjunto suman apenas el 1,55 por ciento de los votos.

Aunque no parezca, desde septiembre de 2006 el poder de los países en desarrollo fue creciendo y en la última cumbre del G-20, realizada en Seúl en noviembre del año pasado, los presidentes acordaron un nuevo cambio en la composición del voto que favorecerá fundamentalmente a los emergentes que integran el BRIC (Brasil, Rusia, India y China, según sus siglas), pero recién se concretará en octubre de 2012 y Estados Unidos igual mantendrá su poder de veto, pues para aprobar cualquier moción se necesita al menos el 85 por ciento de los votos y conservará un 16,4 por ciento.

Esta estructura de poder deja en claro que, por más que Brasil, Sudáfrica o Argentina pidan que se designe a un representante de los emergentes al frente del FMI, el futuro director surgirá, una vez más, de la negociación entre Estados Unidos y Europa. “Si el máximo puesto del FMI se discute en algún momento, el gobierno alemán respalda que la persona sea europea”, afirmó ayer Cristoph Steegmans, vocero de Angela Merkel. Así se respetaría el pacto no escrito entre las potencias que les asigna a Europa la presidencia del FMI y a Estados Unidos, la del Banco Mundial.

El ministro de Finanzas de Suecia, Anders Borg, afirmó ayer que Christine Lagarde, ministra de Economía de Francia, es “la mejor candidata para dirigir el Fondo”. La funcionaria, que suele negociar con Argentina en nombre del Club de París, prefirió evitar las declaraciones. Algunas fuentes afirman que el hecho de ser francesa como Strauss-Kahn le resta posibilidades, pero otros recuerdan que entre 1978 y 2000 el FMI estuvo conducido sucesivamente por dos franceses, Jacques de Larosiere y Michel Camdessus.

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La ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, es una de las candidatas.
 
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