La Anses terminó ayer la primera liquidación de beneficios de la nueva asignación para embarazadas, una extensión de la Asignación Universal por Hijo. Está destinada a desocupadas, trabajadoras informales y empleadas domésticas, y se paga entre las doce semanas de gestación y el nacimiento o la interrupción del embarazo. El programa arrancó el 1º de mayo pasado y en esta oportunidad cobraron quienes se anotaron entre ese día y el 9 del mismo mes. Fueron 5200 mujeres, que recibieron 176 pesos cada una, el 80 por ciento de la ayuda. El 20 por ciento restante (44 pesos) lo obtendrán al momento de dar a luz o finalizar el embarazo. El hijo, si la madre sigue en las mismas condiciones laborales, empezará a cobrar la AUH de manera automática.

El número de beneficiarias se multiplicará en los primeros días de julio, dado que entonces se les pagará a quienes se inscribieron entre el 10 de mayo y el 9 de junio. En ese período pidieron turno a la Anses para anotarse en el programa más de 58 mil mujeres. El principal requisito –-más allá de la falta de empleo o su informalidad– es registrarse en el Plan Nacer del Ministerio de Salud. Ese es el primer trámite que deben hacer las mujeres para acreditar la condición de embarazadas. Y para poder cobrar el beneficio hasta el final deberán cumplir obligatoriamente con cinco controles completos, examen odontológico, análisis de sangre y orina, dos dosis de vacuna doble en el embarazo y una de vacuna doble viral luego del parto, dos ecografías y recibir información sobre el cuidado suyo y del bebé.

El objetivo del Gobierno es producir una reducción significativa de la mortalidad materno-infantil. Una estimación preliminar de la Anses es que el universo de mujeres que podría formar parte de la asignación por embarazo ronda las 180 mil. En el organismo sostienen que la cantidad de inscriptas irá aumentando mes a mes hasta acercarse a esa cantidad. Las partidas previstas para pagar el beneficio llegan a 240 millones de pesos hasta fin de año.