A casi diez años del colapso de la convertibilidad, el Gobierno sigue cerrando las heridas. Ayer se anunció un acuerdo con el banco canadiense Scotiabank, que en 2002 se fue del país en medio del caos financiero y que en 2005 inició demandas internacionales contra el Estado argentino por 600 millones de dólares, responsabilizándolo de su situación. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner empezó a resolver el diferendo el año pasado en su viaje a Canadá, para participar de la cumbre del G-20, donde encaminó la negociación. El Banco Central, el Ministerio de Economía y la Procuración del Tesoro siguieron trabajando y ahora la entidad norteamericana anunció que retira los juicios contra el país.

The Bank of Nova Scotia y su controlada Scotia Quilmes –en liquidación y que funcionó en el país bajo la marca comercial de Scotiabank Quilmes– “desistieron de la totalidad de los procesos arbitrales y judiciales” que iniciaron contra el Estado argentino y el Banco Central, destacó este último a través de un comunicado. En 2002, la salida del Scotia agravó el clima de inestabilidad financiera y desató temores de cierres masivos de bancos. El BCRA le había quitado el permiso para operar luego de haberle concedido redescuentos por 1160 millones de pesos. La entidad tuvo que presentar un plan de encuadramiento para demostrar que podía ordenar su situación, pero no fue aprobado. A raíz de ese conflicto, el banco se fue del país y luego acusó al Estado nacional por los “perjuicios ocasionados”.

En total, los juicios eran por 600 millones de dólares. El principal se tramitaba ante la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional. El acuerdo que se anunció ayer contempla el retiro de esas demandas. Desde el Banco Central informaron que el convenio contempló el cobro por parte del organismo de los redescuentos otorgados, mediante la ejecución de garantías y la devolución al banco canadiense de los excedentes recuperados por esa vía. De ese modo, se cierra otra de las historias derivadas de la implosión de la convertibilidad.