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Dentro de cuatro años, en 2015, la totalidad de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y 17 partidos del conurbano bonaerense contarán con el servicio de agua potable. Tres años después, en 2018, se completará el tendido de desagües cloacales en la misma región. Durante ese tiempo se incorporarán un millón de personas a la red de agua y algo más de tres millones a la de cloacas. Esas proyecciones son el corazón del Plan Estratégico 2011-2020 de la empresa AySA, que presentó ayer el presidente de la compañía, Carlos Ben. Las obras para llegar al ciento por ciento de cobertura en esos servicios esenciales demandarán 20 mil millones de pesos de inversiones, de los cuales cuatro mil millones están presupuestados para el año que viene.

“Hace más de cuarenta años que trabajo en la empresa, desde la época de Obras Sanitarias. En todo ese tiempo, y también he investigando hacia atrás, no encontré otro período histórico en el que se hayan hecho tantas obras como ahora”, resaltó Ben en conferencia de prensa. “El Gobierno ha colocado la cuestión del saneamiento en un lugar destacado de la agenda política”, elogió. AySA nació en marzo de 2006, tras la anulación de la concesión de Aguas Argentinas. Desde entonces, el Estado nacional aportó 6500 millones de pesos –2500 millones este año– para empezar a revertir el estado de desinversión en estos servicios básicos por más de dos décadas.

El resultado hasta el momento es la incorporación de 1,6 millón de personas al sistema de agua potable y cerca de un millón al de cloacas. La zona atendida tiene una población de 10,5 millones de habitantes. Como se señaló al principio, aún falta abastecer un millón en materia de agua y más de tres millones en cloacas. Por otra parte, Ben reveló que AySA llegó a un acuerdo con el partido de Escobar para brindarle el servicio dentro de dos años, y lo mismo hará con otros dos distritos del conurbano, aunque no reveló cuáles.

Ante la consulta de si habrá aumentos de tarifas en los próximos años, Ben indicó que la prioridad está dada en que todos los ciudadanos tengan agua, más allá de lo que puedan pagar. Pero también sostuvo que la empresa le presentará al Gobierno distintas alternativas de actualización gradual de tarifas, congeladas desde 2001, para cubrir la brecha entre la recaudación por esta vía y los costos operativos. En la actualidad, AySA recauda 700 millones de pesos de los usuarios y gasta 1800 millones en prestar el servicio. El funcionario aclaró que el costo de las inversiones deberá seguir siendo financiado por el Estado, dada su envergadura.