EL PAíS › OPINION

Las adicciones y el mundo del trabajo

 Por Alvaro D. Ruiz *

Las adicciones constituyen un problema social complejo que se manifiesta de variados modos y en diferentes ámbitos, afectando la salud de las personas y comprometiendo su desempeño en sus distintas esferas de actuación.

Como no podía ser de otra manera, el mundo del trabajo también es impactado por ese flagelo y, en particular, por el consumo de drogas o sustancias psicotrópicas. La ingesta abusiva de alcohol, la autoprescripción de fármacos o su utilización sin control médico, el uso de drogas ilegales y las actividades ligadas a la comercialización de las mismas suelen proyectarse a la actividad laboral tanto como resultante de meros efectos colaterales como, en otros casos, por la incidencia que las exigencias laborales o el modo y circunstancias adversas de prestación del trabajo pueden operar como factores determinantes o coadyuvantes de tales conductas.

La salud de los trabajadores debe ser una preocupación permanente del Estado, y dentro de las responsabilidades de gobierno forma parte de las competencias específicas del Ministerio de Trabajo.

Es por ello que dentro de las acciones encaradas por la cartera laboral, en concordancia con las políticas públicas impulsadas por el gobierno nacional, desde el año 2008 se han fortalecido las que abordan con criterios multidisciplinarios la prevención de este tipo de adicciones.

Con tal propósito se ha impulsado la participación activa de empresas y sindicatos, comprometiéndolos a sumar sus esfuerzos en el combate contra el consumo de drogas y a hacerlo a través de una de las herramientas principales de la libertad sindical, la concertación colectiva. Espacio de actuación común que permite adaptar de mejor manera, en función de las realidades específicas y de los problemas puntuales de cada sector, los programas de prevención o tratamiento disponibles.

Desde la firma del Convenio Marco sobre el Primer Plan Nacional: “Invertir en el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores es impostergable”, suscripto en 2008, y en la que se firmó la primera Acta Compromiso sobre Prevención en Materia de Drogas en el Ambito Laboral, se han registrado notables y constantes avances en este terreno al concluirse decenas de acuerdos colectivos sectoriales de similares características.

En este sentido debemos señalar la relevancia del acto encabezado por el ministro Carlos Tomada, en el que no sólo se brindó un informe completo del desarrollo de planes de prevención y tratamiento en la empresa Acindar, una de las signatarias del acta compromiso del año 2008, sino que también se concretó la firma de once nuevos convenios en la materia con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y diversas entidades sindicales y empresarias.

En la actualidad, además, dos importantes sectores de la industria se encuentran en tratativas con las respectivas asociaciones sindicales de representación nacional para concertar nuevos convenios colectivos en los que incorporarán a la estructura convencional en forma definitiva capítulos dedicados específicamente a las cuestiones ligadas al consumo de drogas. Todo ello es prueba acabada de la madurez alcanzada por las representaciones gremiales (empresarias y sindicales), como de la consolidación de la cultura de la negociación colectiva en nuestro país, que ya no sólo se expresa en la cantidad creciente de convenios y acuerdos colectivos, sino en la calidad y riqueza de contenidos del producto de esas concertaciones paritarias.

* Subsecretario de Relaciones del Trabajo, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación. Profesor titular de Derecho Sindical (UBA).

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