Las Bolsas internacionales retomaron el sendero negativo. Los principales mercados del mundo registraron ayer bajas de hasta 1,5 por ciento en las plazas europeas y de 2,2 en Wall Street. Las caídas bursátiles se produjeron luego de una jornada de fuertes alzas, justificadas en su mayoría sobre rumores de mayores ajustes y salvatajes al sector financiero. En la rueda de ayer se anunciaron nuevas medidas, pero también se conocieron los efectos que esas políticas están generando en las economías en problemas. No obstante, el Parlamento Europeo aprobó un nuevo marco legislativo que endurece las reglas en materia de control fiscal y presupuestario dentro de la Unión Europea. En tanto, la economía española exhibió un estancamiento durante el tercer trimestre del año, principalmente por un nivel de consumo interno que no logra recuperarse lo necesario para impulsar la actividad.

Suba de impuestos, mayor inyección de dinero a los bancos y recortes del gasto componen la estrategia que replican los países centrales para recuperar sus endeudadas economías. Tal como sucedió en Argentina antes de la crisis de 2001-2002, estas recetas están gestando el efecto contrario. El Banco Central de España anunció que su economía se mantuvo estancada como consecuencia de la demanda desacelerada y del gasto público, según el boletín mensual de la entidad. La desaceleración despertó nuevos temores a que España vuelva a la recesión –dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo– en la que entró a fines de 2008 y de la que salió a principios de 2010.

Alemania, que lidera el crecimiento de la Eurozona, podría comenzar un proceso de desaceleración cerca de fin de año. El Instituto de Estudios Económicos de Berlín pronosticó que durante el tercer trimestre hubo un crecimiento económico de apenas 0,4 por ciento, tras lo cual augura para el último de 2011 “un claro ensombrecimiento de las perspectivas de crecimiento”. Las autoridades del instituto aclararon que esa debilidad en la economía no implicará necesariamente el comienzo de una recesión. El último dato oficial fue un avance de apenas 0,1 por ciento del crecimiento de la actividad germana.

Este escenario no detuvo la implementación de nuevo ajustes. La Comisión Europea aprobó, en tanto, la recomendación de una tasa a las transacciones financieras para toda la Unión Europea (ver aparte). Por su parte, el Parlamento Europeo aprobó medidas legislativas que endurecen las reglas en materia de control fiscal y presupuestario dentro de la Unión. El paquete fue aprobado pese a la oposición de grupos de centroizquierda, que consideran que son excesivamente duras en austeridad, en detrimento de las políticas de estímulo al crecimiento que consideran necesarias. Las normas consolidan básicamente el papel supervisor de la Comisión para evitar déficit y deuda excesivas.

En Grecia continuaron las protestas en contra de las políticas de ajuste a que es sometida la economía helena. Huelgas y paros se sucedieron como preámbulo a una nueva visita de la troika de inspectores –compuesta por representantes de la Comisión Europea, el BCE y el FMI– para relevar el estado de cumplimiento de sus compromisos de recortes (ver aparte).

Por el lado de la inyección de liquidez al sector financiero, el Parlamento finlandés ratificó la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y el incremento de las garantías que deberá aportar el país a este mecanismo de rescate. Lo propio hizo anteayer el Parlamento esloveno, que aumentó estos aportes de 2073 millones a 3664 millones de euros. El resultado de la jornada fue un descenso del euro a 1,36 dólar. En los mercados de acciones bajaron las principales plazas: Londres (1,4 por ciento), París, (0,9), Francfort (0,9) y Milán (0,5). La tendencia se trasladó a Nueva York, donde el Dow Jones perdió 1,6 por ciento, y el Nasdaq, el 2,6 por ciento, interrumpiendo una seguidilla de tres ruedas en alza.