ECONOMíA › REUNIóN DE URGENCIA DE LOS LíDERES EUROPEOS BUSCANDO COORDINAR UNA RESPUESTA

El rescate aún no tiene quien lo escriba

Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, mandatarios de Francia y Alemania, dejaron de lado sus agendas para reunirse de urgencia con los titulares de los principales organismos europeos buscando una respuesta a la crisis antes de la cumbre del domingo.

La premura con que los mandatarios de Alemania, Angela Merkel, y de Francia, Nicolas Sarkozy, acordaron ayer una reunión preparatoria a la cumbre de la Unión Europea que se realizará este domingo entusiasmó a los inversores. Las Bolsas en el Viejo Continente reflejaron el optimismo con moderadas alzas, de entre 0,5 y 1 por ciento. El inesperado encuentro fue motivado por la necesidad de superar las diferencias que existen entre los dos países líderes de la región. Participaron también el saliente presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y su sucesor, Mario Draghi, y el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. “Esperamos una respuesta fuerte para dar garantías a todos los países. Estamos en un momento crucial, decisivo para el futuro del euro y el futuro de Europa”, destacó Barroso.

La delicada situación económica en Europa ameritó una reunión de emergencia. Según fuentes locales, para acudir a la reunión Sarkozy dejó a su mujer, Carla Bruni, internada en un hospital de París, donde dio a luz. También acudieron el presidente del Consejo Europeo, Hermann van Rompuy, y el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Estos último se encontraban en Frankfort para asistir al acto de despedida de Trichet. El objetivo es presionar a los países para que se apruebe la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Merkel y Sarkozy habían manifestado el día anterior su intención de ampliar el Fondo desde los 400.000 millones de euros actuales a dos billones (millones de millones).

La reunión de ayer buscó también mostrar pragmatismo en la toma de decisiones, algo ausente en este segundo capítulo de la crisis. El Eurogrupo el próximo viernes, el Ecofin el sábado y la cumbre de Bruselas el domingo deberían, a juicio del titular de la CE, “dar una respuesta para reforzar el fondo de rescate”, para que ese instrumento pudiera “ofrecer garantías a todos los países que lo necesiten, incluido España”, señaló Van Rompuy. La calificadora Moody’s degradó el martes la nota de la deuda española en dos escalones, de “Aa2” a “A1”, señalando que el país es “vulnerable a las tensiones en los mercados” y que no surgió una solución “creíble” para la crisis en Europa.

Finalizado el convite, los funcionarios asistieron a la despedida de Trichet, quien puso fin a ocho años al frente del BCE en el peor momento que vive la región. “La principal lección de la crisis fue la necesidad de reforzar el gobierno económico”, señaló quien suele ser considerado uno de los padres fundadores del euro. Merkel buscó quitarle dramatismo al encuentro de ayer y bajar las expectativas para la Cumbre. No obstante, exhortó a sus pares a avanzar en una reforma de los tratados europeos para mejorar la respuesta a la crisis. Van Rompuy, titular del Consejo, reclamó más disciplina presupuestaria y una mayor integración económica en Europa. El renovado clima permitió un alza generalizada en las Bolsas de la región, incluso en España (0,4 por ciento), a pesar de la rebaja en la nota de su deuda. El índice Eurostoxx –promedio de los índices europeos– avanzó un uno por ciento.

En tanto, continuaron las manifestaciones populares en Grecia y Portugal en contra de los ajustes presupuestarios a que son obligadas sus economías. Más de 120.000 personas se aglutinaron en distintas ciudades de Grecia para rechazar los recortes, convirtiéndose en una de sus mayores protestas desde que se desató la crisis (ver páginas 20/21). En Portugal, en tanto, la Central General de Trabajadores (CGTP) y la Unión General de Trabajadores (UGT) realizarán una huelga general el 24 de noviembre en defensa de los derechos laborales y de la Constitución. Por su parte, los indignados del movimiento Occupy Frankfurt cumplían su quinto día acampando frente a la sede del BCE.

Del otro lado del Atlántico, el Dow Jones perdió en Wall Street un 0,6 por ciento. La caída estuvo sustentada en la publicación del libro beige de la Fed, el cual presentó un panorama más comprometido para la economía estadounidense y un mayor pesimismo sobre la resolución de la crisis europea. “La actividad económica en general se siguió expandiendo en septiembre, pero muchos distritos describieron el ritmo del crecimiento como modesto o escaso. El panorama para las condiciones de los negocios es más débil o menos certero”, señala el documento de la Reserva Federal. “Muchos distritos notaron una moderación en la contratación de empleados y en los planes de expansión de capital”, indica el Beige Book. El desempleo en Estados Unidos se ubica en 9,1 por ciento, alcanzando a unos 14 millones de habitantes.

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Merkel junto al titular saliente del Banco Central Europeo, Trichet, que se va en el peor momento.
Imagen: EFE
 
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