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En el conurbano son más pobres, pero también pagan más caro. Esa es la triste conclusión a la que arribó el Instituto Nacional de Estadística y Censos, al desagregar la información del índice de Precios al Consumidor. Ese indicador contempla la evolución de los precios de bienes y servicios de la Capital Federal y el conurbano bonaerense. A pedido del gobierno de la Ciudad, el Indec comenzó a diferenciar entre uno y otro distrito. El resultado fue que en la Capital la inflación desde la salida de la convertibilidad fue del 39,7 por ciento, mientras que en la provincia llegó al 46,3.
La diferencia se debe a que son distintos los patrones de consumo en uno y otro distrito, y a que los precios aumentaron más en uno que en otro. En el GBA los bienes representan el 59 por ciento de la canasta de consumo, mientras que en la Ciudad se reduce al 45 por ciento. En cuanto a los servicios, en el primer caso se lleva el 41 por ciento de los gastos, contra el 55 por ciento de la Capital.
El Indec precisó que los bienes aumentaron 71,8 por ciento en el conurbano, contra el 70,8 por ciento de la Ciudad. En los servicios, en cambio, el incremento fue del 11,8 por ciento en la provincia y del 15,7 en la Capital, en todos los casos desde enero de 2002.