El Estado nacional controlará la salida de vuelos en todo el país en base a un estudio de las condiciones climatológicas, adelantó ayer el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. La iniciativa, todavía en estudio, buscará aunar criterios que brinden tranquilidad a los usuarios, a partir de una evaluación de los efectos de las cenizas en suspensión provenientes del volcán chileno Puyehue. El Estado podría disponer que no salgan vuelos, lo que actualmente queda a criterio de cada compañía. La nube de cenizas provocó numerosas cancelaciones de vuelos. La más afectada fue Aerolíneas Argentinas, ya que firmas privadas mantuvieron algunos destinos, a pesar de no estar dadas las condiciones. “Nosotros predicamos la seguridad por sobre la rentabilidad, pero la apetencia por ganar dinero hace que las privadas privilegien otra cosa”, señaló a Página/12 el titular de Aerolíneas, Mariano Recalde. Estos relevamientos diarios estarán a cargo de un ente integrado por representantes de esa Secretaría y de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), con asesoría de expertos meteorólogos.

La erupción del volcán Puyehue complicó seriamente todas las operaciones aerocomerciales en la Argentina, principalmente en la franja media del país. En Aerolíneas implicó hasta el momento la cancelación de 3500 vuelos. Otras empresas continuaron con algunos vuelos a pesar de que no estaban dadas las condiciones, ya que de no hacerlo debían afrontar gastos de traslado y hospedaje de sus pasajeros.

El directorio de AA y Austral encaró nuevas rutas para no perder la conectividad. “Es la única que voló con el volcán activo. Hemos llevado pasajeros a Ushuaia, volando por Chile o por arriba del Atlántico para ir al sur. Cuando hay que pagar más costos, la línea de bandera los paga, pero cuando hay riesgos de seguridad, se mensuran”, explicó el gerente general de AA, Axel Kicillof. La compañía además aprobó un nuevo protocolo de la Unión Europea para hacer “ciento por ciento seguros los vuelos” por encima de las nubes y evitar recorridos mucho más largos. También se aprobaron protocolos europeos para atravesar las cenizas cuando la densidad de las nubes lo permita, según explicó Recalde.

“Si otras líneas volaron, explicarán qué medición usaron. Lo habrán hecho con la mayor responsabilidad. Cada compañía tiene su política: unas son más permisivas y nosotros, una compañía estatal, con expertos de IATA, tenemos una política novedosa, porque la presencia de ceniza hay que medirla con precisión”, aseguró Kicillof. El diputado nacional por el espacio Nuevo Encuentro Ariel Basteiro informó a este diario que algunas líneas, como TAM, realizaron estudios privados para medir “la composición de cristales en las cenizas”. “Muchas se animan a volar a pesar de que no sean óptimas las condiciones para hacerlo”, agregó.

La ANAC transmite las alertas sobre las condiciones climatológicas, pero son las compañías las que deciden realizar los vuelos. “Sin embargo, la responsabilidad es de la autoridad del país sobre los cielos que se vuelan”, explica Basteiro. Aerolíneas y Austral demoraron y cancelaron ayer vuelos en Aeroparque y Ezeiza por la presencia de ceniza volcánica. LAN continuó con los vuelos programados. Para evitar que “haya criterios dispares” y “subjetivos”, Schiavi adelantó la creación de un comité evaluador. Tendrá características similares al “comité de crisis” que se conformó en Aerolíneas meses atrás. “El objetivo es mitigar el daño que produce la situación y la confusión entre los usuarios”, detalló. La fuente aseguró que el hecho de que haya compañías que vuelan y otras que no lo hacen es “contraproducente” para el sector, además de aumentar el riesgo de un accidente. “Ahora no saldrá ningún vuelo que no deba salir. No tiene que ver con una aerolínea en particular, sino que abarca a toda la aviación civil”, concluyó.