El contraste no podía ser más notorio y la Presidenta no dejó de advertirlo. Al tiempo que inauguraba un parque industrial en la localidad de El Pato, Berazategui, una de las barriadas más humildes del conurbano, Cristina Kirchner debía darle pase en teleconferencia al ministro de Economía, que inauguraba un puente en la lujosa y exclusiva zona de Puerto Madero, donde además vive. “Bueno, vamos ahora con los conchetos de Puerto Madero, vamos a Puerto Madero...”, dijo la Presidenta, interrumpida por risas, aplausos y tentándose de risa ella misma, antes de seguir: “Ahí estamos con el ministro de Economía y con Iván Heyn, que es el titular de la Corporación Puerto Madero”. En la pantalla aparecieron los rostros del ministro y vicepresidente electo, junto al joven economista de La Cámpora, ambos con sonrisa nerviosa. Tomó la palabra Amado Boudou, habló de la obra en sí y cerró buscando salir del incómodo lugar en el que se sentía. “Me parece que el puente (Cecilia Gierson, la obra que estaba inaugurando) no es sólo para los conchetos de Puerto Madero, como usted dijo, sino que se ha convertido en un paseo para miles y miles de porteños, que se incorporan a un espacio público que es de toda la ciudad y de muchos visitantes de otras provincias, también.” Pero, como no podía ser de otro modo, la última palabra fue de la Presidenta. “Bueno che, fue una bromita lo de conchetos, tampoco se lo tomen tan... Si te puse de vicepresidente y vivís en Puerto Madero (es porque) tengo una buena opinión de la gente de Puerto Madero (otra vez risas y aplausos, más del público en el acto de Berazategui que del de Puerto Madero). Si no, no te hubiera puesto de vicepresidente. ¡Vamos, que Puerto Madero tiene su vicepresidente!”, proclamó Cristina elevando la voz en tono de consigna.

El acto múltiple que encabezó en el día de ayer la Presidenta de la Nación fue organizado como una inauguración simultánea de cuatro obras:

- El parque industrial Pibera, en la localidad de El Pato, partido de Berazategui, y a la vez de la planta de extrusión de aluminio Total Metal, al que concurrió personalmente Cristina Kirchner.

- En teleconferencia, inauguró un plan de 274 viviendas del barrio Bicentenario, de la ciudad bonaerense de Marcos Paz, en el marco del plan federal de relocalización de asentamientos precarios.

- Remodelación de la estación ferroviaria de Plátanos, del ramal Buenos Aires-La Plata.

- Inauguración de un puente metálico giratorio en Puerto Madero, a la altura de la avenida Córdoba, entre el Dique 4 y la Dársena Norte (junto al puerto de embarque de los buques que parten hacia Uruguay). Reemplaza al viejo puente de un carril por mano, construido en 1895.

En su discurso desde Berazategui, Cristina insistió en la necesidad de gestionar “con sintonía fina” para consolidar y profundizar el modelo de crecimiento en los próximos años. Tal como había adelantado en el discurso de cierre de la convención de la Cámara de la Construcción, el día anterior, señaló que impulsará mesas de intercambio de opiniones por cada sector de actividad. “Les di instrucciones a mis ministros para que vayan armando mesas con cada una de las actividades y sectores, para que se discuta en forma diferenciada y racional cada una de las políticas tendientes a mejorar su competitividad”, describió.

Agregó que esta política de trabajo conjunto entre empresas y ministerios es parte de la “sintonía fina” que necesita la Argentina para los próximos cuatro años en función de cuidar lo logrado y seguir creciendo, y también para que “las pequeñas empresas se conviertan en medianas, y las medianas en grandes, para que sigan generando puestos de trabajo”. La Presidenta insistió en que “en épocas en las que el mundo se derrumba por la especulación, Argentina insiste en que el modelo es el del crecimiento, el valor agregado, la inclusión social y la generación de trabajo”, y afirmó que “con inauguraciones como las de hoy, el país da testimonio” de ese modelo.