El proyecto de ley para modificar la Carta Orgánica del Banco Central inquietó a los representantes de la ortodoxia económica del país. Cuatro ex presidentes de la autoridad monetaria, Martín Redrado, Alfonso Prat Gay, Javier González Fraga y Aldo Pignanelli, cuestionaron la iniciativa al afirmar que cualquier direccionamiento de los recursos del BCRA hacia la economía real “generará inflación”. También se opusieron a la nueva definición que se introducirá sobre el nivel óptimo de reservas que deben estar contempladas por la autoridad monetaria.

“Cuando tocamos al Banco Central es porque nos quedamos sin plata. Y como se acabaron las reservas de libre disponibilidad, ahora van por todas las reservas. Lamentablemente gastamos los ahorros en La Cámpora, en más gasto público, en Aerolíneas Argentinas, y en cada vez más gasto improductivo”, afirmó Redrado.

El ex funcionario dejó el BCRA –tras atrincherarse una semana– en enero de 2010, época en la que el Gobierno había implementado el primer Fondo de Desendeudamiento compuesto por las reservas de libre disponibilidad. Redrado se opuso a esa medida y ante el decreto que establecía su salida, logró sostenerse en base a una serie de medidas cautelares. En el fondo, estos economistas cuestionan el rol del Banco Central y su vínculo con la economía real.

“No estoy de acuerdo con la represión monetaria, pero no creo que deba ser una caja alegre abierta para financiar todo lo que el Estado le pida”, manifestó González Fraga, ex candidato a vicepresidente en la fórmula que compartió con Ricardo Alfonsín (UCR).

“Está bien eliminar los resabios de la Convertibilidad, pero lo que me preocupa es creer que el Banco Central puede financiar al Estado sin ninguna consecuencia. Y justamente esa consecuencia es la inflación. En la carta anterior a la de 1991 le habíamos puesto como objetivo excluyente preservar el valor de la moneda. Me preocupa que estemos recorriendo el camino inverso”, agregó González Fraga, quien ocupó la titularidad del BCRA en los primeros años del menemismo.

Por su parte, Prat Gay, actual diputado de la Coalición Cívica, afirmó que el proyecto de ley que envió el Ejecutivo “tiene que ver con un BCRA que puede emitir más alegremente, para girarle recursos al Tesoro”. “El BCRA no crea riqueza de la nada, sólo tiene capacidad de imprimir billetes. Cuando se imprimen a velocidad alta eso se llama inflación”, agregó el lilito Prat Gay. El diputado estimó que en los últimos cinco años el Central le giró al gobierno nacional 220.000 millones de pesos.