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El Banco Mundial y el FMI realizarán un análisis conjunto sobre el sistema financiero argentino para que “su buen desempeño pueda ser comparado con otros países y, a partir de allí, se puedan tomar las decisiones necesarias para mejorar la arquitectura financiera internacional”, según informó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, desde Montevideo, donde se encuentra participando de la 53ª Asamblea Anual de Gobernadores del BID.

El análisis se hará en el marco de un proceso requerido por el Grupo de los 20, buscando identificar desequilibrios y casos exitosos en el mundo, que sirvan como experiencia para aplicar en los países donde se generó la actual crisis financiera y aún sufren las consecuencias. Lorenzino explicó que, “a partir de este pedido y de esta revisión, los países del G-20 tienen la posibilidad de conocer, aprender e identificar el modelo económico que aplica Argentina, cómo hizo para salir de la crisis y las medidas que se fueron adoptando”.

El ministro de Economía aclaró que el estudio que harán el FMI y el Banco Mundial “nada tiene que ver con el artículo IV” del estatuto del Fondo, “que obliga a los países miembro a someterse a revisiones anuales de sus economías, más allá de que el organismo esté involucrado en lo que se planteó ahora”.

“Los que podemos, como el caso de Argentina, vamos a mostrar un sistema financiero que antes, durante y luego de la crisis está en buena forma”, puntualizó el titular del Palacio de Hacienda. Destacó que “las enseñanzas que de esto puedan derivarse se utilizarán para poder aplicarlas dentro de los países que más sufrieron la crisis, porque la generaron o porque están lidiando todavía con las consecuencias de la misma”.

Por otra parte, Lorenzino participó en la mañana de ayer de una reunión junto a ministros que forman parte del Consejo de Economía de Unasur, en la que destacó que la mayor fortaleza que pudo construir la región para protegerse de la crisis internacional han sido las políticas de crecimiento que desarrolló. “Hoy la región está mejor preparada para atender las consecuencias negativas de la crisis global, con perspectivas de crecimiento que vemos auspiciosamente”, señaló. Y aseguró que esta visión es compartida por “los demás ministros de la región, los miembros de la Cepal y el BID”.