Miércoles, 2 de mayo de 2012 | Hoy
ECONOMíA › EL GOBIERNO DEFINIó LAS GRANDES LíNEAS DE TRABAJO PARA RECUPERAR EL AUTOABASTECIMIENTO DE COMBUSTIBLES
La intervención de la petrolera empezó a tomar medidas para aumentar la producción de hidrocarburos. A la vez, se fijó como objetivos terminar con la discriminación de precios, elevar la oferta de nafta súper y garrafas, y establecer alianzas estratégicas.
Por Tomás Lukin
Bajo gestión estatal YPF cambiará de objetivo: dejará de lado la lógica de empresa multinacional maximizadora de beneficios asumida durante la conducción de Repsol para convertirse en un instrumento de soberanía y política económica, donde los hidrocarburos son un recursos estratégico y no commodities. Con esos lineamientos, la intervención de la petrolera ya tomó decisiones concretas, como el aumento de la producción en algunos pozos. Cuando termine el tratamiento legislativo del proyecto de expropiación del 51 por ciento de las acciones, los directivos que designe el Estado contarán con los instrumentos para comenzar a subsanar la política de discriminación en el precio de los combustibles que sufren los consumidores en distintas provincias y se podrá reducir la tarifa que paga Aerolíneas Argentinas por el combustible para aviones que representa el 40 por ciento de sus costos. A su vez, asumir el control de YPF Gas posibilitará controlar los márgenes de rentabilidad en la cadena de distribución de las garrafas que consumen familias de bajos ingresos y así garantizar un precio accesible y su disponibilidad. Las distintas medidas posibilitarán avanzar en el mediano plazo con el objetivo del autoabastecimiento de hidrocarburos establecido en la nueva legislación.
La intervención de la empresa a cargo del ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, anunció que ya aumentó 5 por ciento la producción de crudo y 5 por ciento la de gas. Según señalaron a Página/12 desde el equipo que trabaja día a día en la nueva YPF, también se aumentó el nivel de producción en las tres refinerías de la firma y se comenzó a modificar la ecuación para privilegiar la elaboración de nafta súper en detrimento de la premium. Cuando mañana se apruebe la ley, las provincias que revirtieron concesiones de la compañía devolverán los derechos de explotación sobre esos yacimientos a YPF.
Entre 1998 y 2011 la producción de petróleo de YPF cayó 43 por ciento, mientras que desde 2004 la producción de gas natural declinó 37 por ciento. En estas dos semanas que lleva la intervención se dieron los primeros pasos para comenzar a revertir ese comportamiento. YPF informó que incrementó casi un 5 por ciento la producción de gas (1,7 millones de metros cúbicos día) y 0,7 por ciento la producción de petróleo (1500 barriles por día adicionales).
Desde la intervención explican que en algunos pozos es posible aumentar la producción en el cortísimo plazo, en otros se deben realizar adecuaciones técnicas que llevarán algunos meses para mejorar su rendimiento y además se pueden iniciar inversiones con un plazo de 2 a 3 años para expandir la producción en los yacimientos que ya están siendo explotados. En algunos de esos proyectos YPF ya está asociada a otras petroleras locales e internacionales a las cuales podrá exigirles mejores prácticas de extracción y además el Gobierno está evaluando distintos proyectos de inversión que empresas extranjeras presentaron para una explotación conjunta de yacimientos no convencionales.
La escasez de nafta súper responde a una política deliberada de Repsol por privilegiar la producción de cortes premium. Para la petrolera las diferencias de costos entre ambos combustibles son mínimas pero el precio de venta de la premium de YPF es 20 por ciento más cara. Esa segmentación del mercado complementada por un sostenido incremento en los precios se complementó con una reducción en la utilización de la capacidad instalada en las tres refinerías de la petrolera en La Plata-Ensenada, Luján de Cuyo y Plaza Huincul. En el último lustro la producción declinó 19 por ciento al tiempo que aumentaron las importaciones de combustibles líquidos hasta alcanzar un déficit externo en el segmento.
En las últimas dos semanas, Roberto Barata, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación y asesor de la intervención, se reunió y comunicó con los gerentes de las plantas para informarles el aumento en los niveles de utilización de la capacidad instalada. En La Plata se incrementó de 85 a 93 por ciento, mientras que Luján de Cuyo y Plaza Huincul pasaron de cifras similares al máximo nivel posible. El incremento en los niveles de producción estuvo acompañado por mayor producción de combustible súper para reducir los “faltantes” y también de fuel oil, que permitirá reducir las importaciones necesarias para alimentar las centrales térmicas. Con el norte del autoabastecimiento fijado en la legislación, esos combustibles estarán destinados a satisfacer la demanda interna.
La declaración de interés público nacional, el logro del autoabastecimiento, así como la explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos permitirá presionar a Petrobras, que opera la refinería Refinor en Campo Durán, Salta, para que aumente la utilización de su planta que hoy sólo llega al 50 por ciento. Lo mismo se podrá hacer con las refinerías de Shell, Esso y OIL.
El control de YPF permitirá revertir abusos en materia de precios de los combustibles que se observa en el interior del país y a partir de su participación en el mercado transformarse en el principal formador de precios en lugar de habilitar aumentos generalizados en el resto de las petroleras. En Mendoza, donde YPF extrae petróleo, lo refina en Luján de Cuyo y vende una parte en sus estaciones de servicio de la zona el precio del combustible es el mismo que figura en los surtidores de las otras empresas que deben transportar las naftas desde Buenos Aires. Allí, la firma estatal posee margen de maniobra para disminuir esas inequidades. La misma posibilidad tendrá en el Norte, donde opera a través de Refinor, y en Neuquén, donde se ubica la refinería de Plaza Huincul.
Eso no implica, advierten, que en algunas localidades se siga pagando la nafta más cara que en las zonas cercanas a las refinerías y poliductos, pero se reducirán las diferencias. Esos sobreprecios permitían a la gestión privada acceder a una ganancia extraordinaria. Las más de cien estaciones de servicio propiedad de Opessa, controlada en su totalidad por YPF, funcionarán como un brazo fundamental en la nueva política de comercialización de la petrolera.
La ley estipula la posibilidad de establecer alianzas estratégicas dirigidas a la exploración y explotación de hidrocarburos convencionales y no convencionales. De Vido y Kicillof se reunieron con directivos de distintas firmas locales y extranjeras quienes expresaron su interés en asociarse a la petrolera estatal en distintas iniciativas. Empresas multinacionales presentaron a los funcionarios distintos proyectos para poner en valor yacimientos no convencionales. Esos recursos, cuya extracción requiere inversiones muy significativas, están disponibles en la cuenca neuquina pero también existen yacimientos en diferentes cuencas como la austral, del golfo y se debe certificar la existencia en NOA y NEA. Técnicos del Ministerio de Planificación ya se encuentran realizando estudios de factibilidad para emprender distintos proyectos en los cuales, según aseguran en el Gobierno, YPF preservará el control operativo.
Previo al anuncio de la expropiación, YPF perdió concesiones en seis provincias por el 19 por ciento de su producción nacional. El miércoles pasado el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, anunció que anulará los decretos a través de los cuales la provincia le quitó a la petrolera cinco áreas productivas por falta de inversión. En el equipo de la intervención entienden que el resto de las provincias como Chubut y Mendoza seguirán el mismo camino y revisarán su decisión inmediatamente después de la sanción de la ley. No se trataría solamente de un respaldo simbólico a la nacionalización de la firma, sino que, según argumentan desde la nueva YPF, a las distintas jurisdicciones les conviene económicamente: ninguna empresa petrolera privada les daría regalías y participación en las ganancias de la firma.
Neuquén señaló a través de Rubén Etcheverry, titular de la firma provincial Gas y Petróleo, que las áreas quitadas a YPF seguirán bajo la administración de la provincia. Es la jurisdicción que menos avanzó con la reversión de concesiones, de hecho ninguna de las tres áreas –Chihuido de la Salina Sur, Portezuelo Minas y Don Ruiz– tiene producción. Sin embargo, en la intervención consideran que Neuquén seguirá el mismo camino que el resto de las provincias que componen la Ofephi.
La expropiación de YPF Gas permitirá limitar en el corto plazo los abusos de precios que se observan en la venta de garrafas. Con el control de la compañía, el Estado reducirá sus márgenes de rentabilidad y las otras empresas que operan en el segmento, fundamentalmente Total. Al achicar directamente el margen en el fraccionamiento y controlar al resto de la cadena de comercialización, fundamentalmente la distribución, YPF podrá reducir el precio de las garrafas y garantizar su oferta a esos valores en las zonas que lo requieran. Ese proceso estará complementado por inspecciones de la Secretaría de Energía y la colaboración activa de las distintas provincias. Recientemente, se decidió que Refinor (empresa donde YPF posee el 50 por ciento de las acciones), procese gas natural de Pan American Energy, incrementando así un 25 por ciento su producción actual de GLP, lo que permitirá incrementar la disponibilidad de garrafas de gas y la oferta de otros combustibles.
Más allá de las pujas de poder entre diferentes sectores del gobierno nacional, las provincias, los sindicatos del sector y hasta la Unión Industrial para impulsar candidatos a ocupar cargos en la petrolera, los interventores aseguran que, como afirmó Cristina Fernández de Kirchner, la conducción de YPF seguirá siendo profesionalizada. Para eso, se están analizando distintos nombres, desde especialistas que trabajan en otras empresas dentro y fuera del país, ex directivos de la compañía antes del desembarco de Repsol, hasta algunos de los funcionarios que ya están colaborando en la empresa desde la intervención. Debajo de De Vido y Kicillof se conformó una Unidad General de Operaciones que trabaja junto a ellos integrada por el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta; el titular del Enargas, Antonio Pronsato; el vicepresidente segundo del BICE, Damián Camacho, y el coordinador del Plan Argentina Conectada, Luis Vitullo. Además, José Strada, ministro de Infraestructura de la provincia de San Juan, se desempeña como secretario general de la intervención.
Pero no todos los directivos de la gestión Repsol fueron desplazados. Alfredo Pochintesta, director comercial de YPF a cargo del management de la empresa, continúa, por ahora, en su cargo. Su área se ocupa de la comercialización y la relación con todas las estaciones de servicio del país. Pochintesta está acompañado por Emmanuel Alvarez Agis, un funcionario cercano a Kicillof que se desempeña como subsecretario de Programación Macroeconómica del Ministerio de Economía.
El titular de Enarsa, Exequiel Espinosa, se hizo cargo de la Dirección de Exploración y Producción. Se trata de un especialista en el área que conoce todas las cuencas del país al detalle –“uno de los dos tipos que más saben de exploración en Sudamérica”, señalan en Planificación– y algunos se animan a señalarlo como posible presidente de la nueva YPF.
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