Diputados arrancará hoy el debate, en una sesión especial desdoblada, que mañana seguramente convertirá en ley el proyecto de expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de la española Repsol, con un abrumador respaldo que superaría ampliamente los dos tercios de los miembros de la Cámara baja. Se estima que a lo largo de las dos jornadas unos doscientos diputados expondrán en el recinto los argumentos para su apoyo, el respaldo con disidencias o el rechazo a la iniciativa que devuelve al Estado el control sobre la compañía petrolera, aunque todas las cartas ya están echadas. El kirchnerismo y su aliados más cercanos sumarán la mayoría de votos a favor de la media sanción del Senado, mientras el grueso del radicalismo, el Frente Amplio Progresista y Proyecto Sur lo apoyarán en general y propondrán modificaciones, además de la Coalición Cívica, que se dividirá entre el respaldo y la abstención. En tanto, todo el macrismo y casi todos los peronistas anti K votarán en contra.

No será una sesión más. Oficialistas y opositores acordaron una sesión desdoblada donde todos podrán expresar su postura. La sesión está convocada para hoy a las 15.30 y se extenderá hasta la medianoche, cuando se abrirá un cuarto intermedio hasta mañana. El jueves, el debate se reanudará a las 10 con la idea de llegar a la votación hacia el fin de la tarde, momento en que –todo indica– los diputados convertirán en ley el proyecto de expropiación de YPF y que declara de “interés público nacional y prioritario el autoabastecimiento energético”, así como “la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos”.

El oficialista Frente para la Victoria y sus aliados habituales –Frente Cívico santiagueño, Nuevo Encuentro y el Movimiento Popular Neuquino– se abroquelarán detrás de la media sanción que llegó del Senado el jueves de la semana pasada, donde se incorporó al texto redactado por el Ejecutivo la expropiación también del 51 por ciento de la empresa YPF GAS, y no aceptará modificaciones. El oficialismo está concentrado en sancionar la ley que dispara el proceso de expropiación, donde todavía queda por definir el valor de las acciones por el que se indemnizará a Repsol, que probablemente se dirimirá en una larga negociación o en el tribunal del Ciadi, y designar la nueva conducción que tendrá el control y la administración de la petrolera.

La UCR, en cambio, no podrá repetir en la Cámara baja la postura unánime de sus senadores, que se pronunciaron a favor en general del proyecto. Oscar Aguad encabezó la rebelión de un grupo de diputados que no está dispuesto a acompañar la decisión partidaria a favor de la expropiación y resolvieron levantarse de sus bancas a la hora de votar. Aguad asegura que una docena de diputados se plegará a su decisión. Desde la vereda de enfrente, afirman que serán muchos menos los que abandonen el recinto.

Después de una larga discusión, el FAP unificó posturas detrás del respaldo crítico “al proyecto y a no a la gestión de Gobierno”. Una actitud similar adoptó Proyecto Sur. Aunque las tres fuerzas parlamentarias opositoras llevarán al recinto sus propios dictámenes en disidencia parcial, donde propondrán desde la expropiación del ciento por ciento de la acciones de Repsol hasta la participación de los trabajadores en el paquete accionario, además de proponer que la petrolera sea una Sociedad Anónima con Participación estatal Mayoritaria, para que la misma se someta a los controles establecidos por el Estado. Así como la implementación de autorías públicas sobre la compañía y la conformación de una comisión investigadora para determinar las responsabilidades de Repsol y los propios funcionarios sobre el vaciamiento de YPF.

Elisa Carrió tampoco pudo disciplinar a su tropa. Pese a compartir las denuncias contra el Ejecutivo por YPF, dos de sus diputados votarán a favor y los otros cuatro, incluida Lilita, se abstendrán. La mayoría del PJ anti K se pronunció en contra del proyecto, pero tres de ellos lo harán a favor. El PRO fue el único bloque que se inclinó unánimemente en contra de la expropiación como muestra de fe en favor de la empresa privada.