Después de 158 años de historia, a la Bolsa de Comercio le tocó ser sede de un anuncio de aumento de jubilaciones. En ese mismo recinto, Ricardo López Murphy anunciaba en marzo de 2001 un recorte del presupuesto universitario y tres meses después Domingo Cavallo lanzaba la meta del déficit cero. En un acto lleno de comparaciones entre el modelo de los ’90 y el actual, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprovechó para dar a conocer un incremento de jubilaciones, pensiones y pensiones no contributivas del 11,42 por ciento a partir de septiembre. Es la suba correspondiente a ese mes ordenada por la ley de movilidad jubilatoria, que el Gobierno empezó a aplicar en 2009 después de un fallo de la Corte Suprema. El aumento anterior, de marzo pasado, había sido del 17,62 por ciento, por lo cual la mejora acumulada en el año llega al 31,05 por ciento. El haber mínimo pasará a 1879,67 pesos, desde 1687, y para quienes reciben los 45 pesos del PAMI –alrededor de 1,4 millón de jubilados– llegará a 1924,67.

“Este aumento también es parte de la política de crecimiento económico”, destacó la Presidenta, quien hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el mercado interno para resistir la crisis internacional. La medida implica distribuir entre los jubilados 1611 millones de pesos más por mes o 20.948 millones en un año. El Gobierno, por otra parte, está delineando una próxima alza de las asignaciones familiares y de la Asignación Universal por Hijo, que aportarán en la misma dirección de fortalecer el consumo. Las otras iniciativas que puso en marcha la Casa Rosada son los créditos a jubilados mediante la tarjeta Argenta, los préstamos hipotecarios del plan Pro.Cre.Ar., el financiamiento a la inversión de largo plazo con aportes de los 31 principales bancos del país y un programa de obras viales que será costeado con un aumento de los peajes. “Es lo que no entiende Europa, que no se puede salir de la crisis con ajuste sino con medidas que sostengan la demanda agregada”, polemizó CFK.

El alza de haberes llega a 5.853.628 jubilados y pensionados nacionales y ex veteranos de Malvinas. También a más de 1,2 millón de beneficiarios de pensiones no contributivas. En total son 7.111.421 personas. Cristina Kirchner comparó aquella cifra con la de 2003. En aquel entonces eran 3.488.357 jubilados y pensionados. La diferencia son las 2.132.101 personas que empezaron a recibir un ingreso a través de las distintas moratorias. Esa política de ampliación de la cobertura previsional permite que en la actualidad el 95,1 por ciento de los mayores de 65 años esté dentro del sistema. Es el mayor porcentaje de América latina.

En parte, esa política se hizo limitando los aumentos jubilatorios entre 2002 y 2006 a quienes estaban del medio hacia arriba de la pirámide jubilatoria, con haberes en ese entonces de más de 1000 pesos. Esa decisión llevó al Gobierno a chocar con la Corte Suprema, que cuestionó el plan y dictó el fallo Badaro para resguardar a ese universo. Ahora lo que se debate es la eventual generalización de esa sentencia, que el Gobierno resiste.

El haber medio para los jubilados pasará a ser desde septiembre de 2480 pesos mensuales, contra los 2226 actuales. El haber máximo, en tanto, crecerá a 13.770,83 pesos, desde 12.359. La jefa de Estado no dejó pasar la oportunidad de contarle las costillas a la oposición. Dijo que la ley de movilidad prueba una vez más su efectividad, con un alza anual del 31,05 por ciento, pese a que diputados y senadores de la oposición advertían cuando se debatió la fórmula que sería ruinosa para los jubilados.

En cuatro años de aplicación de la ley, los aumentos fueron en todos los casos superiores a las estimaciones de inflación de las consultoras privadas. En 2009, la movilidad previsional arrojó un alza acumulada del 19,9 por ciento, mientras que los cálculos privados daban un IPC de 15 por ciento. En 2010 el aumento de jubilaciones totalizó 26,5 por ciento y la inflación promedio de las consultoras, 18. En 2011 los jubilados mejoraron su haber 37,1 por ciento, contra un alza de precios del 24 según esas consultoras, y este año la comparación arroja 31,05 contra 23. En total, las jubilaciones treparon 172,6 por ciento desde marzo de 2009 y el IPC de las consultoras, 107. A pesar de la recuperación, el atraso de más de una década de haberes congelados todavía se siente. La mínima, desde el 2003, escaló un 1254 por ciento.

La Presidenta también se metió en un tema de debate de las últimas semanas. Defendió las inversiones de la Anses para preservar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Destacó su expansión del 119 por ciento en tres años y medio. Las inversiones financieras y productivas del Fondo rindieron 115 por ciento en el período, el segundo mejor resultado después de las inversiones en títulos públicos, que reportaron una ganancia del 288 por ciento. Las acciones del MerVal –índice bursátil líder– reportaron un 111 por ciento, mientras que la Bolsa de Nueva York (S&P 500) dejó 98 por ciento, y los plazos fijos (tasa Badlar), 52 por ciento. Cristina Kirchner incluyó en la comparación, con tono irónico, a las acciones del Grupo Clarín, que compraron las AFJP antes de su final. Esos papeles rindieron un 37 por ciento.