La fábrica de camiones Iveco suspendió ayer a 900 operarios de su planta de Ferreyra en Córdoba, por “exceso de stock” de vehículos que, según la empresa, no tiene “dónde ubicar”. “El primer semestre no ha sido bueno para el sector, con ventas que han tenido una clara retracción”, indicó un vocero de la compañía. También precisó que “como durante todos estos meses hemos continuado con el trabajo normal, nos encontramos con un stock de camiones acumulado”. Los 900 empleados cobrarán el 75 por ciento de su haber diario a causa de la suspensión de tareas. Iveco produce cada día entre 22 y 25 camiones, todos destinados al mercado interno.