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El presidente del Comité Ejecutivo de Aerolíneas Argentinas (ARSA), Antonio Mata, se mostró ayer públicamente para salir al cruce de las versiones que lo daban fuera del país ante una convocatoria judicial como imputado en una causa que investiga presuntas irregularidades en el concurso de acreedores de la compañía. Acompañado por el presidente de Aerolíneas, Horacio Fargosi, el ejecutivo español negó haber recibido notificación judicial alguna, ni él ni el resto del directorio de la compañía, e imputó la versión de su fuga del país a una campaña de desprestigio de la compañía, a la que le están queriendo hacer “pagar el precio del éxito”.
Mata adjudicó las versiones publicadas a “una campaña mediática con la que se busca desestabilizar mi gestión, porque hay gente a la que les molesta que hayamos sacado adelante a Aerolíneas, una compañía que estaba casi perdida”. En la víspera se conoció en ámbitos tribunalicios que el juez de instrucción Alberto Baños había citado a prestar declaración indagatoria a Mata y a trece directivos de esa empresa y otras sociedades vinculadas a la línea aerocomercial. La información indicaba que la resolución del titular del Juzgado de Instrucción 27 se produjo en el marco de una causa en la cual se investiga si el directorio de ARSA, más algunos ejecutivos de su accionista mayoritario, el grupo Marsans, cometieron o no el delito de “administración fraudulenta” en el concurso de acreedores de la línea aérea.
Baños estableció también la prohibición de salir del país sin previa autorización del tribunal tanto a Mata como a otros directivos de ARSA y decretó la inhibición general de sus bienes. Pero al mediodía de ayer, Mata y Fargosi negaron haber recibido notificación alguna, al tiempo que defendieron el procedimiento seguido en el concurso de acreedores de la compañía. “El concurso fue aprobado en diciembre con el aval del doble de la mayoría del capital y de las personas interesadas, de modo que el tema está cerrado”, sostuvo Fargosi.
Voceros de Aerolíneas afirmaron que el empresario no se fue en ningún momento del país y que en las últimas horas “estuvo en las provincias de Córdoba y Mendoza y luego en un campo, descansando”. Basteiro también había denunciado que “Mata está condenado en la Justicia de España por el delito de alzamiento de bienes; una especie de vaciamiento empresario, desde hace tres meses”. Sobre este tema, los ejecutivos de Aerolíneas explicaron que en España sólo tienen un pleito judicial de hace 10 años.
“En un estado de derecho, como aparentemente es Argentina, evidentemente uno no se puede defender de lo que no sabe que lo acusan, por lo tanto nosotros, y en nombre del directorio, lo que podemos decir es que tenemos la conciencia muy tranquila, muy segura, porque no hay en nuestra actuación nada que pueda impedir el normal desenvolvimiento de la sociedad”, indicó Mata.
La citación judicial que los directivos de Aerolíneas afirman no haber recibido respondería a una causa que se inició a partir de una denuncia radicada a fines del año pasado por el abogado Luis Alejandro Rizzi, uno de los acreedores de ARSA, por entender que habría sufrido discriminación en el cobro de sus acreencias. En la rueda de prensa, Mata y Fargosi ligaron a Rizzi con directivos de Aeropuertos Argentina 2000, con la que ARSA mantiene una relación muy tirante prácticamente desde que se hicieron cargo sus actuales autoridades.
Asimismo, Mata criticó duramente al diputado nacional y dirigente gremial del sector aeronáutico, Ariel Basteiro, por declaraciones suyas según las cuales el ejecutivo español “se habría ido el viernes en el vuelo de las 14 horas a Madrid”. “Basteiro parece que ahora es fiscal del Estado”, dijo Mata. “Algunos dirigentes gremiales que antes tenían una cierta cogestión de la compañía no se acostumbran a que ahora Aerolíneas es una empresa seria y confiable”, se despachó el directivo.