La petrolera Repsol se manifestó ayer dispuesta a aceptar activos de YPF como parte de la indemnización que reclama por la expropiación del 51 por ciento de las acciones en esa compañía. “Es algo que podríamos considerar una vez determinado el monto de la indemnización”, aseguró su vicesecretario general, Miguel Klingenberg, a la agencia de noticias Bloomberg. Es la primera vez que un ejecutivo de la firma española reconoce públicamente esta posibilidad desde que trascendió que mantiene negociaciones informales con el gobierno argentino para intentar llegar a un acuerdo. El propio Klingenberg había asegurado a comienzos de marzo que la vía judicial era la única alternativa de Repsol para defender a sus accionistas, pero ahora flexibilizó su postura y sostuvo que “las acciones legales continuarán hasta que comiencen las negociaciones”. En realidad, las negociaciones ya empezaron, pero de manera informal, y el punto central que aún falta acordar es el monto de la indemnización. Del lado español, quien comanda la negociación es Isidro Fainé, presidente de La Caixa, accionista principal de Repsol, y no el titular, Antonio Brufau, con quien se encuentra enfrentado. Si finalmente se llega a un acuerdo sobre la indemnización, el paso siguiente sería crear una nueva empresa, gerenciada por YPF, para invertir de manera conjunta en la formación Vaca Muerta.