Sábado, 16 de marzo de 2013 | Hoy
SOCIEDAD › EL TEATRO SAN MARTIN SUSPENDIO TODAS SUS FUNCIONES
Lejos de resolver el conflicto por la Sala Alberdi, el gobierno porteño puso la infantería en el hall del teatro y cerró las puertas al público. Protestas en toda la ciudad.
Por Eduardo Videla
El conflicto por la Sala Alberdi se trasladó ahora al Teatro General San Martín, emplazado sobre la calle Corrientes. Allí, del lado de afuera, se trasladó el acampe de artistas y talleristas que reclaman ser incluidos en la gestión de la sala, después del violento desalojo del martes a la noche. Adentro del teatro se ubicó la infantería de la Policía Metropolitana, con un despliegue que hace imposible cualquier actividad. El teatro suspendió el jueves y ayer todas sus funciones y mediante un comunicado informó que lo mismo ocurrirá este fin de semana y que se “posterga” sin fecha definida el estreno de Final de partida, la obra de Samuel Beckett dirigida y protagonizada por Alfredo Alcón, previsto para el martes.
Ayer, los manifestantes cortaron el tránsito en la avenida Corrientes y Montevideo, en repudio a la represión policial y “en defensa de los espacios públicos”. Ese fue uno de los 18 puntos de la ciudad donde hubo protestas similares, coordinadas por organizaciones sociales, nucleadas en la Asamblea en Defensa de lo Público. Otro lugar crítico fue el cruce de la 9 de Julio y Avenida de Mayo, en contra de la obra del metrobús. Ambas protestas generaron un importante embotellamiento.
El centro de los reclamos estuvo en el San Martín, donde lejos de buscar una solución, el gobierno porteño agravó el conflicto al reprimir el martes de manera salvaje a los manifestantes que acampaban sobre el Centro Cultural, hecho del que resultaron tres heridos con balas de plomo. Los desalojados resolvieron el miércoles acampar sobre Corrientes, donde realizan tareas artísticas y otras actividades pacíficas. Sin embargo, desde ese día el hall de San Martín está fuertemente custodiado por la Metropolitana, que el jueves instaló a su infantería. Con semejante presencia, se hizo imposible cualquier actividad artística: las funciones de las salas Casacuberta, Martín Coronado y Leopoldo Lugones fueron suspendidas desde el jueves y hasta el domingo inclusive, “por razones de fuerza mayor”.
Voceros del área de prensa del teatro dijeron a Página/12 que la decisión se adoptó por “razones de seguridad”, sin dar más explicaciones, aunque no eran muchos los manifestantes que acampaban frente al teatro. Desde el Ministerio de Cultura, en tanto, no informaron si se realizarán gestiones para destrabar el conflicto.
La suspensión incluye la presentación de las obras Macbeth, de William Shakespeare, en versión y dirección de Javier Daulte, y Flamma flamma, una coreografía de Mauricio Wainrot por el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. También se suspendió sin fecha definida el estreno de la obra que dirige Alfredo Alcón.
Los cortes frente al San Martín y en la 9 de Julio no fueron los únicos. En Corrientes y Angel Gallardo, vecinos y militantes reclamaron por el inconsulto enrejado del Parque Centenario. En Rivadavia y Acoyte se manifestaron en contra del proyecto inmobiliario en los terrenos ferroviarios de Caballito. En Avenida Rabanal y Berg (Villa Soldati), contra las obras del metrobús del sur. En Triunvirato y Olazábal, en oposición a las construcciones de cemento en plazas de Saavedra y Coghlan. También hicieron cortes habitantes de las villas 1-11-14, 20 y 21-24, Rodrigo Bueno, Zabaleta y Fátima y los barrios Ramón Carrillo y Piletones, por la urbanización y mejoras en esos barrios. Los cortes fueron en Iguazú y Alcorta, Martín García y Paseo Colón, Varela y Perito Moreno, Avenida Cruz y Perito Moreno, Castañares y Mariano Acosta, Cruz y Mariano Acosta Avenida Escalada y Cruz y Vélez Sarsfield e Iriarte.
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