La especulación con el dólar paralelo recalentó las tasas de interés bancarias. El menor ritmo de crecimiento de los depósitos del sector privado que prefiere dolarizarse –inferior al nivel de aumento del crédito– redujo la liquidez en pesos de los bancos, lo que se hace sentir en el costo para que estas entidades se financien. La tasa interbancaria denominada call money se ubica actualmente en torno del 20 por ciento, cinco puntos por encima de los valores de la semana pasada. La tasa todavía no se replicó en los rendimientos que ofrecen los bancos a los ahorristas, donde el plazo fijo a sesenta días otorga un 15 por ciento interanual. El dólar oficial se mantuvo en 5,24 pesos, mientras que el blue que se ofrece en las cuevas se operó con una gran dispersión de precios, entre 8,83 y 8,95 pesos. El Banco Central intervino ayer con unos 40 millones de dólares comprados en la plaza y las reservas finalizaron en 38.950 millones.

El desafío de competir contra el dólar ilegal, que se les presenta tanto a bancos como a ahorristas que no se animan a ir a la Bolsa, estimuló un ajuste en las tasas de interés que ofrecen para las colocaciones a plazo, las cuales evidencian ya saltos de hasta cuatro puntos entre una inmovilización a 30 o a 60 días. El promedio informado por el Central ayer fue de 13,8 por ciento para plazos fijos a treinta días y de 15,2 a sesenta. Sin embargo, la velocidad de crecimiento de los depósitos se redujo más que la cartera de créditos, lo que implica que haya mayor porcentaje calzado y que los bancos en momentos puntuales acudan a préstamos interbancarios (call). Los depósitos crecieron 1,5 por ciento y los créditos 1,8, según el último informe monetario del Central.

En las cuevas, la actividad está casi vedada a toda persona que no sea un cliente habitual del circuito informal. El temor a posibles clausuras lleva a que las cuevas rechacen hacer operaciones con el blue. A esto se sumó la venta de algunos especuladores que luego de comprar en torno de los diez pesos buscan vender sus divisas ante la posibilidad de que la cotización ilegal siga a la baja. El precio se redujo de un techo de 10,45 pesos alcanzado la semana pasada hasta operar en torno de 8,60 en tramos de esta. La brecha cambiaria entre ambos mercados se ubica en el 70 por ciento, lejos del 101,4 por ciento que alcanzó el miércoles de la semana pasada. El volumen operado ayer ascendió a 297 millones de dólares para el segmento mayorista. Las reservas cayeron en 50 millones por pago de compensaciones de las operaciones de comercio bilateral con Brasil que se realizan en moneda local.

Tras cinco jornadas en baja de bonos y acciones, inversores retomaron la dolarización de portafolio a través de la compra de títulos públicos en moneda extranjera. Los títulos públicos que vencen en el corto y mediano plazo registraron fuertes ganancias. El Boden 2013, que pagará en dólares todo el capital en septiembre próximo, subió hasta ubicarse nuevamente encima de los 920 pesos por cada lámina de 100. El Boden 2015 –también en dólares– cerró con una mejora de 0,5 por ciento. También se registraron rebotes con las emisiones nominadas en pesos. En este tipo de emisiones se destacó el Bogar 2018, con una suba de 1,8 por ciento, seguido por el Cupón PIB (1,3).

Las acciones líderes finalizaron con un leve retroceso de 0,4 por ciento, a pesar del desempeño de los papeles de YPF, que ganaron 3,4 por ciento. Las distorsiones que genera el dólar paralelo también llegan a la Bolsa, donde las noticias de las empresas pasan inadvertidas. Esto no sucedió con YPF, donde los inversores celebraron el acuerdo con Chevron para invertir unos 1500 millones de dólares en Vaca Muerta.