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El consumo global de servicios públicos cayó en mayo, en términos desestacionalizados, 0,6 por ciento con relación a abril. Este es otro dato más que fortalece la tesis del “amesetamiento” en la recuperación de la economía. Aún así, según el Indec, en mayo último el consumo de servicios públicos fue 3,8 por ciento superior a los bajos niveles registrados en mayo del 2002.
En relación con el año pasado, el mayor salto en la actividad ocurrió en el transporte en trenes de pasajeros interurbanos, que creció 35,3 por ciento. En tanto que la caída más fuerte se observó en el transporte de carga en aeronavegación de cabotaje: casi 28 por ciento. En los primeros cinco meses del año, el consumo de servicios públicos aumentó 4,2 por ciento, en relación con igual período del año pasado. Esta es otra manera de evaluar la desaceleración en la recuperación, ya que el crecimiento de mayo, siempre comparado con igual mes del año pasado, fue inferior (3,9 por ciento).
Sea como fuere, lo cierto es que hay una gran disparidad en el nivel de actividad según el sector. Por ejemplo, en mayo, el crecimiento en la generación de energía eléctrica, un consumo que se mueve bastante en línea con la producción industrial, fue del 8,4 por ciento. Por el contrario, la producción de gas se recuperó sólo 1,7 por ciento. La entrega de agua, en tanto, se mantuvo estable, aunque éste es un consumo que no varía demasiado en los ciclos de recesión/reactivación. En el servicio telefónico, las llamadas urbanas crecieron 5,8 por ciento, mientras que las interurbanas subieron 8,2 por ciento.
A su vez, el transporte de pasajeros en ómnibus metropolitanos creció 16,5 por ciento. Mientras el transporte de pasajeros en aviones de cabotaje cayó 10 por ciento, se incrementó casi 6 por ciento en vuelos internacionales.