En un mercado cambiario reducido, la intervención del Banco Central define la cotización oficial del dólar. Ayer la divisa estadounidense se apreció un centavo, a 5,34 pesos en el segmento minorista, y la presencia del Central, aún sin sacrificar reservas, delimitó el rumbo de las operaciones. Finalizó con un saldo neutro, pero durante la rueda intercaló compras y ventas que estabilizaron el precio. Las reservas finalizaron en 38.437 millones de dólares, 30 millones por debajo del cierre del viernes por el pago de “obligaciones varias”, según informó. En el paralelo, el dólar sigue anclado en 8 pesos y con escasas operaciones.

La semana pasada las exportadoras liquidaron 829,1 millones de dólares y en el año acumulan un ingreso de 11.747,5 millones, según informó la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales. El nuevo lockout de las corporaciones agropecuarias podría tener impacto en las próximas ruedas en el mayorista. Sin embargo, los montos operados en el mercado continúan siendo muy acotados y la demanda es menos intensa, lo que le permite al Central acelerar el ritmo de apreciación, en sintonía con los movimientos en Brasil, el principal socio comercial del país. En la plaza paulista el real cotizó con un avance de 0,8 por ciento, a 2,17 en relación al dólar.

En la plaza porteña las acciones líderes cerraron con una caída promedio de 3,1 por ciento, pese a haber comenzado la rueda en alza. La volatilidad externa le impidió mantener su desempeño positivo y varios inversores tomaron ganancias. El monto operado alcanzó a 52,2 millones de pesos, casi un 20 por ciento por encima del promedio de días previos. No obstante, el MerVal conserva una diferencia positiva en lo que va de junio del 1,2 por ciento. Los títulos públicos también recibieron el embate de las ventas y en particular los bonos en dólares. El Boden 2015, el bono más negociado del menú de activos, perdió 0,7 por ciento y el Bonar X, que vence en 2017, terminó con un descenso de 1,6 por ciento.