Los persistentes y elevados niveles de informalidad laboral, las limitaciones para realizar política comercial que impone la OMC, la ausencia de financiamiento productivo, la restricción externa figuran entre las principales restricciones al desarrollo argentino. En el cierre de la primera jornada del congreso de AEDA, el diputado del FpV Héctor Recalde; el secretario de Relaciones Internacionales, Augusto Costa; la directora del Banco Nación, Cecilia Fernández Bugna, y el investigador del Ceil-Piette Damián Panigo analizaron los obstáculos para avanzar en un proceso de desarrollo.

“Si el pueblo no nos acompaña en las elecciones de octubre, será difícil avanzar en estos aspectos”, afirmó Recalde. El legislador advirtió que todavía persisten elevados niveles de informalidad. “Aumentar los inspectores no alcanza. Para disminuir la informalidad se requiere participación de los trabajadores y la sociedad en general”, consideró. Entre otras propuestas, reclamó que las contribuciones patronales vuelvan a los niveles previos a la rebaja de 1993.

“Desde que estalló la crisis y los países centrales buscan ganar mercados, aumentaron las presiones y represalias a países que, como Argentina, tratan de evitar que nos exporten la crisis. Necesitamos de margen de maniobra para llevar adelante políticas de industrialización”, explicó Costa. El funcionario cuestionó las restricciones que impone el sistema multilateral de comercio para aplicar aranceles, regular inversiones y otras herramientas que fueron relevantes en el desarrollo de los países centrales. “Argentina pelea en la OMC contra las acusaciones de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, que la acusan de ser el Satanás del libre comercio. Hay que defender la política de desarrollo básicamente contra los dueños del mundo”, ironizó Costa.

Fernández Bugna destacó la recuperación del financiamiento para el desarrollo productivo, y las reformas de la Carta Orgánica del Banco Central y del mercado de capitales. “Se comenzó a revertir un financiamiento exiguo, orientado a grandes empresas y plazos cortos. Se requiere más y mejor Estado para diversificar la estructura productiva. El sistema privado sigue otro camino”, sostuvo.

Por último, Panigo afirmó que la principal limitación al desarrollo es la restricción externa, por falta de divisas. “La posibilidad de hacer devaluaciones compensadas se vio limitada después de la crisis con el campo por las retenciones, pero se puede seguir diferenciando los tipos de cambio. Hay que buscar los espacios para un esquema distinto, con una devaluación cambiaria más baja y devaluaciones fiscales y administrativas. Y subsidios específicos que permitan desarrollar algunos sectores.”