La escasa liquidación de parte de exportadores de granos y aceiteras registrada en las últimas semanas complica los planes de recomposición de reservas que se impuso el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, al asumir su gestión. El stock de reservas se redujo ayer en 100 millones de dólares a 29.758 millones. La escasa liquidación se explica por una baja estacional, pero también por especulación de las cerealeras. Desde el Central buscan quitarle dramatismo al retroceso en el volumen de reservas y lo imputan a falta de compromiso de las exportadoras para liquidar, las que en un comunicado de hace dos semanas anunciaron que ingresarían divisas al mercado por unos 600 millones de dólares remanentes de la cosecha anterior. Según fuentes oficiales, hasta la fecha liquidaron sólo la mitad. El dólar oficial registró ayer un alza de 2 centavos, hasta los 6,78 pesos para la punta vendedora.

La escalada en la cotización de la divisa y la caída de las reservas se convirtieron en los últimos días en un combo que fue utilizado por analistas para advertir la posible falta de respaldo del peso. Estas interpretaciones se basan en la concepción de la convertibilidad de la moneda, que fue abandonada por completo con la última reforma de la Carta Orgánica del BCRA. “Es importante quebrar la lógica de la convertibilidad; esto es, no tiene que haber necesariamente una relación entre el nivel de reservas y la base monetaria. Nos tenemos que comprometer a tener más producción, más empleo, más exportaciones”, dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno. Los cambios en la Carta Orgánica estipulan que el nivel de reservas debe guardar relación con el nivel de actividad económica y asegurar la provisión para importadores que demanden divisas.

Capitanich se refirió también a la caída de reservas, que recrudeció en los últimos días. En lo que va de este año, el stock se redujo en 841 millones de dólares, respecto de los 30.599 millones con que cerró 2013. “El volumen de disminución de reservas tiene que ver con la utilización del Fondo de Desendeudamiento para el pago de deuda pública”, aseguró el jefe de Gabinete. “El Gobierno utilizó estas reservas para afrontar vencimientos de la deuda pública, gastos de importación de determinados insumos para el desarrollo productivo, etcétera”, agregó. La contracara es un mayor volumen liquidado por los exportadores, que no alcanzó, sin embargo, para equilibrar la mayor salida.

Para acelerar la liquidación de los exportadores, el BCRA emitió una letra ajustable por el tipo de cambio más un interés de 3,5 por ciento. Por esa vía ingresaron apenas 200 millones de dólares y otros 100 millones por los canales habituales. “No es un regalo a los exportadores, como intentaron demonizar algunos analistas. Fue una apuesta y una herramienta para incentivar el ingreso. Pero no fue considerado un negocio por todos”, señaló una fuente del Central.

En el mercado cambiario volvió a reflejarse la intervención de la Anses, con ventas de bonos nominados en dólares, que alimentan la operatoria denominada dólar Bolsa, principalmente el Bonar X y el Boden 2015. El costo de adquisición de dólares por esta vía aumentó ayer a 10,15 pesos (35 centavos sobre el precio anterior), mientras que el paralelo o blue que se vende en cuevas alcanzó a 11,55 pesos. A pesar de la oferta excedente de los bonos por la intervención de la Anses, la presión compradora y las especulaciones respecto de los próximos días presionó fuerte al alza de esos títulos, cuya cotización tuvo una ganancia de hasta el 5,3 por ciento en la jornada.