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La flexibilización del corralito para la compra de bienes registrables -inmuebles, automóviles y maquinarias agrícolas y viales– comenzó a regir desde ayer. Se escucharon quejas por la falta de instrumentación de los certificados por parte de algunos bancos, pero hubo muchas consultas y mayor demanda.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Héctor D’Odorico, consideró que la actual flexibilización es una suerte de “semiapertura”, pero “al sector le va a servir”, aseguró. “Hay mucha gente que quiere salir del corralito, perdió la confianza en los bancos y de alguna manera la alternativa válida es la compra de inmuebles o automotores”, explicó.
Sobre los precios de los inmuebles, dijo que “existe una gran diversidad. No hay que olvidar que hace más de 60 días tenemos paralizado el sector. Hay que formar nuevamente el mercado. No es tarea sencilla. Hay precios en dólares, en pesos, pesificados, hay una variedad muy grande y creo que esto se va a ir reacomodando con los días”, estimó.
Por su parte, Oscar Cortis, de la Asociación de Concesionarias de la República Argentina (ACARA), explicó que “el certificado está vigente. Hay bancos que establecieron las operatorias y otros son más remolones. Para el miércoles esto va a estar normalizado”, estimó. Claudia Díaz, de la Cámara de Concesionarias de Automotores, admitió que “las consultas de los clientes crecieron. El mercado está en movimiento, pero los bancos deben dar el puntapié inicial y ponerse de acuerdo con la instrumentación”, concluyó. Estimó que por la devaluación, los autos sufrieron un 20 por ciento de aumento y ejemplificó que un Gol, de Volkswagen, que antes costaba 21.800 pesos ahora pasó a valer 26.200 pesos. “La generalidad de la gente pide autos entre 15 y 20 mil pesos, y su objetivo es salir del corralito”, se sinceró. Dijo que “no hay financiación de ningún tipo” y lo único existente “son los planes de ahorro”.