El conglomerado de países que integra el Grupo de los 24 (G-24) manifestó ayer su preocupación por el “impacto sistémico” que puede tener en el sistema financiero internacional el fallo de la Justicia estadounidense en el caso entre Argentina y los fondos buitre. El grupo de naciones emergentes –que integra la Argentina– para asuntos monetarios internacionales y de desarrollo realizó esta declaración en un comunicado oficial luego de la reunión de ministros de Economía y banqueros centrales. Señalaron que el riesgo para futuros canjes radica en que se incentiva un comportamiento de parte de los holdouts que socavará la arquitectura de los préstamos soberanos y resolución de deudas soberanas.

Según el documento del G-24, los acontecimientos recientes surgidos con el caso argentino “pusieron de relieve la importancia de mecanismos más eficaces para resolver las crisis de la deuda soberana”. En el punto 9 del apartado dedicado a “La economía y las implicaciones para los países en desarrollo”, el foro expresó su preocupación por el impacto del fallo judicial en Estados Unidos en el caso entre NML Capital y Argentina. El Grupo aseguró además haber tomado nota del inicio de deliberaciones en el marco de la reciente resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas para establecer un mecanismo multilateral eficaz para la reestructuración de la deuda soberana.

En ese contexto, el G-24 expresó: “Esperamos con interés la continuación del diálogo y las labores al respecto”. Este conglomerado se estableció en 1971 con el objetivo de coordinar la posición de los países en desarrollo en temas monetarios y de desarrollo. Los 24 países integrantes coincidieron en remarcar “el aval del directorio ejecutivo del FMI a favor de medidas para reformar las cláusulas pari passu (de tratamiento igualitario) y reforzar las cláusulas de acción colectiva en los bonos soberanos, dado los desafíos que los litigios suponen para la resolución previsible y ordenada de los procesos de reestructuración de la deuda soberana”.