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La petrolera Esso calificó de “absolutamente falsa” la imputación que le hiciera la Aduana por el supuesto ocultamiento del ingreso de 15 mil toneladas de petróleo crudo al país, que quedó asentada en una denuncia judicial por presunto contrabando. “El total de la operación, por 45 mil toneladas, ingresó a nuestra planta de Campana y así fue declarado ante las autoridades aduaneras”, aseguró a este diario Tomás Hess, director de Asuntos Públicos de la petrolera. El viernes 17, el titular de la Aduana, José Sbatella, había informado que la investigación llevada adelante por ese organismo junto a la Prefectura había permitido detectar un embarque proveniente de Brasil con destino a Esso Campana por 45 mil toneladas, de las cuales sólo se habría declarado el ingreso de 30 mil.
La denuncia –publicada por Página/12 el sábado 18– quedó radicada en el juzgado federal de Zárate-Campana a cargo del magistrado Efraín Faggionato Márquez, quien ordenó múltiples allanamientos en las oficinas de la empresa (en Campana y Buenos Aires) y de la firma marítima que intervino en la operación. Según señalaron fuentes aduaneras, los procedimientos habrían confirmado las irregularidades denunciadas. Sbatella estimó, en aquel momento, que el perjuicio fiscal por los impuestos no ingresados alcanzaban a siete millones de pesos.
Sin embargo, al hacer su descargo, la empresa Esso asegura que “esta operación se desarrolló en forma transparente y no ha habido ningún ocultamiento del destino de 15 mil toneladas de crudo; la Aduana había sido notificada previamente del arribo del buque con 45 mil toneladas de este producto y la totalidad del crudo fue descargado en su refinería de Campana”.
Hess explicó el tiempo transcurrido entre el momento en el que la denuncia tomó estado público y el descargo –una semana– en “el respeto al secreto de sumario ordenado por el juez, que recién se levantó a hora muy tarde del último miércoles: decidimos esperar hasta ese momento para responder en forma clara”. “No se perdió nada en el camino”, sintetizó el vocero de la empresa, con un dejo de ironía.
De todos modos, las sospechas mutuas continúan. Desde la Aduana, ayer ratificaron que la denuncia tiene sustento y los elementos que obran en el juzgado de Zárate-Campana así lo corroboran. Advierten, además, que la investigación apunta a determinar si no existiría “un modus operandi para impedir el pago de impuestos aduaneros” a través de este tipo de maniobras en los puertos del río Paraná. De parte de la empresa afectada –hubo un fuerte rebote de la noticia fronteras afuera–, en tanto, están preocupados por la supuesta intencionalidad en la difusión de la denuncia, ya que aseguran que lo informado no tiene la más mínima correspondencia con la realidad.