A partir de hoy las cuotas de las prepagas suben un 7 por ciento, según lo acordado con el Gobierno. Sin embargo, los afiliados afrontarán la suba en las facturas de septiembre, cuando paguen el aumento de agosto junto a la cuota actualizada de ese mes. El incremento acumulado en el año llega al 18 por ciento, por encima de la inflación, y afecta a unas 4 millones de personas. Los mayores ingresos de las empresas permitirían destrabar la paritaria en el sector, una de los pocos gremios que todavía no concluyó su ronda negociadora. El reclamo salarial es del 33 por ciento en tres cuotas. Las prepagas advierten que habían pedido aumentos del 12 por ciento en sus ingresos para agosto y adelantan que antes de fin de año exigirán otra suba al momento de pagar el segundo tramo del acuerdo paritario.

Según la Ley de Medicina Privada, el aumento de las cuotas de las empresas debe ser aprobado por el Gobierno. El año pasado se autorizaron subas del 5,5 por ciento en marzo, 9 por ciento en julio, 7,5 por ciento en octubre y otro 4 por ciento en diciembre, un total anual del 28,6 por ciento. El sector vive casi en permanente tensión con el Gobierno por una situación que las empresas describen como “desfinanciamiento estructural”.

“Los aumentos están por debajo de la evolución de los salarios. Además, hay un incremento en el consumo de prácticas médicas y nuevas coberturas que han aparecido con la Ley de Medicina Prepaga, cirugía bariátrica (para combatir la obesidad), fertilidad asistida, cambio de sexo y discapacidad”, dijo a Página/12 Néstor Gallardo, titular de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra). “A raíz de esta situación, las cuotas están 15 o 20 por ciento atrasadas”, aseguró.

En el Gobierno admiten que la situación financiera de muchas empresas, sobre todo las más chicas, es complicada. Sin embargo, sostienen que en el sector existe un dinámica peculiar en la que es difícil intervenir, según la cual la suba salarial primero se negocia en los hospitales de comunidad (que no tienen problemas en aumentar salarios) y a partir de allí empieza una cadena de pedidos de aumentos, del gremio a las clínicas, luego a las prepagas y finalmente a los afiliados y al PAMI. Los salarios representan el primer componente del costo total de las empresas prepagas.

Según la resolución 1001 del Ministerio de Salud, el incremento autorizado es del 7 por ciento. De todas formas, los afiliados pagarán más recién a partir de septiembre. Ese mes afrontarán la cuota actualizada junto al aumento “adeudado” de agosto. Es decir que si la cuota de julio fue de 100 pesos, en agosto el afiliado seguirá pagando lo mismo, pero en septiembre la factura le llegará por 114 pesos. Ese desacople tiene que ver con la exigencia oficial a las empresas para que anuncien las subas con al menos un mes de anticipación. “Las entidades de medicina prepaga deberán extremar los recaudos para notificar de manera fehaciente a los usuarios, a fin de que aquellos tengan información del aumento”, dice la norma. Entre el anuncio de la entrada en vigencia del aumento y su aplicación el usuario puede decidir dejar la prepaga. La suba del 7 por ciento es uniforme para todas las empresas y clientes.

Es la tercera suba del año. En marzo el aumento aplicado fue del 4 por ciento y en junio se sumó otro 6 por ciento. Gallardo explicó que el 7 por ciento autorizado para agosto viene a cubrir la primera cuota del nuevo acuerdo paritario, que todavía no se cerró. La negociación entre la Federación de Asociación Argentinas de Trabajadores de Sanidad (Fatsa) que lidera Carlos West Ocampo y las distintas cámaras patronales en realidad ya tienen desde hace unas semanas acordado el nuevo convenio, aunque la paritaria no se cerró a la espera del aumento en la cuota de las empresas.

Los trabajadores del sector conseguirían un aumento del 33 por ciento anual dividido en tres tramos. La primera cuota sería del 18 por ciento retroactiva a julio, luego un 11 por ciento en noviembre y 4 por ciento en febrero. Las empresas le habían pedido al Gobierno una actualización de la cuota en agosto del 12 por ciento y ya anticiparon que para afrontar el aumento de salarios de noviembre (el segundo tramo del acuerdo paritario) van a solicitar una nueva suba de la factura para los clientes.